Las velas comunes, hechas principalmente de cera de parafina, contienen compuestos químicos como el benceno y el tolueno, que son perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la salud humana. El benceno es una sustancia volátil que puede reaccionar con otras sustancias químicas, formando smog y contaminando el agua y el suelo. Por otro lado, el tolueno, aunque no persiste mucho tiempo en el ambiente, puede evaporarse rápidamente o ser degradado por bacterias en el agua o tierra. Sin embargo, en el aire, ambos compuestos pueden descomponerse rápidamente a través de reacciones con otras sustancias.En cuanto a los efectos sobre la salud, la inhalación de benceno puede causar somnolencia, mareos y pérdida del conocimiento, y su exposición prolongada está asociada con graves problemas como anemia y leucemia. El tolueno, por su parte, puede irritar las vías respiratorias, provocando dificultad para respirar, dolores de cabeza y afectando la concentración y los reflejos. En niveles altos, puede inducir mareos y desmayos.Dado el impacto negativo de estas sustancias, optar por velas alternativas, como las de cera de soja, cera de abejas o cera de coco, puede ser una opción más saludable y respetuosa.