Los caracoles son un alimento rico en magnesio ya que 100 g de este alimento contienen 250 mg de magnesio. Este alimento también tiene una alta cantidad de hierro: 35 mg por cada 100 g. Su alto contenido en hierro hace que los caracoles ayuden a evitar la anemia ferropénica y que sea un alimento recomendado para personas que practican deportes intensos, ya que estas personas tienen un gran desgaste de este mineral. Los caracoles prácticamente aportan la totalidad de los aminoácidos necesarios para la alimentación de una persona.
El caracol ofrece propiedades nutritivas atípicas, una carne muy pobre en grasas si la comparamos con la de otros animales, como la ternera o el pollo. Además, la de caracol es una carne que aporta pocas calorías, de 60 a 90 por 100 g, y es importante añadir que es rica en proteínas de alto valor biológico (entre 12% y 17%) y que aporta sustancias minerales (aproximadamente 1,5%). Estas características convierten a la carne de caracol en un buen alimento, por su textura, fácil digestión, sano y nutritivo. Por ello en muchas culturas su consumo es bastante habitual, no solo reservado para las ocasiones especiales.
Antes de cocinarlos es recomendable tenerlos en ayunas de una a dos semanas: de esta forma el caracol entra en letargo, consume los restos de comida que quedan en su interior, elimina los residuos y queda limpio de sustancias tóxicas, como restos de plantas y de hongos venenosos que hubiera ingerido. Antes de ser cocinados los caracoles se deben lavar a fondo. No se deben cocer poniéndolos en agua fría y luego calentarla, mejor echarlos en agua hirviendo. El sufrimiento del animal puede alterar la composición de la carne que se vuelve más rica en toxinas y puede resultar indigesta y nociva.
La harina de carne de caracol es un producto alimenticio relativamente nuevo en el mercado que ha despertado interés debido a su potencial como una fuente alternativa de proteínas y nutrientes. Sin embargo, su producción y comercialización enfrentan diversos desafíos que requieren atención y solución.
La obtención de harina de carne de caracol implica un proceso de extracción, secado y molienda que puede ser laborioso y costoso. Es necesario investigar y desarrollar métodos de producción eficientes y escalables que permitan obtener cantidades significativas de harina de manera rentable, especialmente considerando la demanda creciente de fuentes alternativas de proteínas en la industria alimentaria.
La producción y comercialización de harina de carne de caracol enfrentan desafíos que van desde la optimización del proceso de producción hasta la promoción de la aceptación del consumidor y el cumplimiento de regulaciones. Abordar estos problemas de manera integral es fundamental para aprovechar el potencial de este producto como una fuente alternativa de proteínas y nutrientes en la industria alimentaria.
Los caracoles son moluscos pertenecientes a la clase de los gasterópodos y a la familia de los helícidos; poseen una concha dorsal externa muy visible, de formas y colores variados.
Tienen la concha arrollada en espiral, bien desarrollada y capaz de alojar todo el cuerpo del animal. Su cuerpo es blando y pegajoso y poseen tentáculos o antenas telescópicas.
En la cabeza se encuentran las antenas y en sus extremidades se encuentran los ojos que son sensibles a la luz y al tacto.
No hay verdaderos oídos sino otocistos, que son órganos auditivos igualmente útiles para el equilibrio del animal.
En la boca del caracol, se encuentra una estructura llamada rádula que está formada por una serie de dientes que se deslizan sobre una estructura llamada odontóforo. La función de sus dientes es raspar el alimento como si fuera una lima, para después ser introducido al tubo digestivo y producirse la digestión y asimilación. Si damos de comer a los caracoles en un sin ruido y empleamos un micrófono se podrá escuchar claramente el ruido similar al de frotar una lima.
Estos animales como otros poseen una glándula salival situada en la parte superior de la boca, la cual les ayuda en el proceso de digestión. Segrega una baba viscosa, la limacina, que sirve como lubricación y pegamento para subir por zonas inclinadas; también tiene una función protectora para que siempre estén húmedos.
Se desplazan por medio de una estructura musculosa llamada pie, que les permite deslizarse por superficies diversas: rugosas, verticales o lisas.
La abertura por la cual se asoma el pie, recibe el nombre de estoma, el borde que rodea a la misma se le llama peristoma y debajo de éste encontramos la neurostoma.
La parte de adentro de la concha está muy desarrollada, teniendo aparato reproductor, digestivo, excretor y circulatorio.
La masa visceral del caracol se encuentra dentro de la concha envuelta por un manto que se encarga de producir una secreción calcárea que, en contacto con el aire, se endurece rápidamente y le permite reparar daños y crecer. Su crecimiento se manifiesta en forma de líneas en la concha . Se aferra a la concha gracias al músculo columelar y el sentido de giro es de izquierda a derecha.
El peso del caracol es de unos 8-10 gr. Y su esperanza de vida es de 5 a 6 años.
Conocer el valor nutrimental de la carne del caracol.
Este proyecto surgió de manera espontánea y natural del interés y curiosidad que despertó el caracolario que se encontraba en el laboratorio de ciencias, quisimos conocer cómo lograr realizar un criadero de caracoles, que se necesita para poder mantenerlos con vida y asimismo identificar las características, propiedades y beneficios de los caracoles.
Si conocemos los aportes nutrimentales que nos puede otorgar la harina de carne de caracol entonces podremos utilizarlo como una fuente alternativa de proteína en nuestra alimentación.
Los caracoles son un alimento rico en magnesio ya que 100 g de este alimento contienen 250 mg de magnesio. Este alimento también tiene una alta cantidad de hierro: 35 mg por cada 100 g. Su alto contenido en hierro hace que los caracoles ayuden a evitar la anemia ferropénica y que sea un alimento recomendado para personas que practican deportes intensos, ya que estas personas tienen un gran desgaste de este mineral. Los caracoles prácticamente aportan la totalidad de los aminoácidos necesarios para la alimentación de una persona.
El caracol ofrece propiedades nutritivas atípicas, una carne muy pobre en grasas si la comparamos con la de otros animales, como la ternera o el pollo. Además, la de caracol es una carne que aporta pocas calorías, de 60 a 90 por 100 g, y es importante añadir que es rica en proteínas de alto valor biológico (entre 12% y 17%) y que aporta sustancias minerales (aproximadamente 1,5%). Estas características convierten a la carne de caracol en un buen alimento, por su textura, fácil digestión, sano y nutritivo. Por ello en muchas culturas su consumo es bastante habitual, no solo reservado para las ocasiones especiales.
Antes de cocinarlos es recomendable tenerlos en ayunas de una a dos semanas: de esta forma el caracol entra en letargo, consume los restos de comida que quedan en su interior, elimina los residuos y queda limpio de sustancias tóxicas, como restos de plantas y de hongos venenosos que hubiera ingerido. Antes de ser cocinados los caracoles se deben lavar a fondo. No se deben cocer poniéndolos en agua fría y luego calentarla, mejor echarlos en agua hirviendo. El sufrimiento del animal puede alterar la composición de la carne que se vuelve más rica en toxinas y puede resultar indigesta y nociva.
Investigación de campo.
Platicamos con la Chef Yolanda Luna, nos comentó sobre los caracoles y nos comentó que son molusco provisto con una concha. Son invertebrados pulmonados, esto les ha permitido llevar a cabo la respiración aérea, una adaptación fundamental para su transición al medio terrestre, su consumo se remonta a tiempos ancestrales, y era un plato que se servía en la antigua Grecia y Roma. En el mundo se consumen unas 300 mil toneladas de caracoles y la tendencia es al alza. Francia, España e Italia son los tres mercados principales e importan casi el 50% de su abastecimiento. Entre los principales exportadores destacan China, Croacia, Turquía y Marruecos.
Nos comentó que la especie que se consume en México, es el Helix Aspersa o caracol común.
Los caracoles forman parte de la cocina prehispánica, la Chef Yolanda no ha preparado caracoles, pero nos comenta que lo más tradicional es cocinarlos con mantequilla, ajo y perejil, debido a su condición de moluscos son alimentos muy ricos en proteínas, aminoácidos y ácidos grasos.
En la repostería se usan las harinas más refinadas y con menos impurezas, no absorben mucha agua y tampoco tienen una gran cantidad de gluten, es el tipo de harina que se usa normalmente en las preparaciones de repostería, como galletas o pasteles.
La harina de caracol es de gran fuerza, quiere decir que es rica en proteínas por lo tanto es más densa.
Investigación experimental.
Para nuestro experimento, realizamos tortillas enriquecidas con harina de caracol.
A continuación explicamos los ingredientes y los pasos a seguir para la realización de las tortillas.
Ingredientes:
Preparación:
Quedando lista para disfrutar.
Los resultados que obtuvimos en la entrevista con la chef Yolanda fueron:
Los caracoles son una fuente rica en proteínas, descubrimos que es un platillo prehispánico que se servía en la antigua Grecia y Roma; la preparación más común hoy en día es con mantequilla ajo y perejil, pero nosotros decidimos hacer una tortilla con harina hecha de carne de caracol. La preparación no fue sencilla ya que lleva un proceso de deshidratación que le llevó dos días sin alimentos para limpiar su sistema digestivo, después de procedió a deshidratar en un horno y se obtuvo la harina con la cual realizamos la tortilla, una vez realizada la tortilla, se degustó por primera vez y su sabor fue sorprendente ya que tiene un parecido su sabor a los hot cakes.
Aprendimos que existen diferentes tipos de platillos que no estamos acostumbrados a comer, por lo cual el descubrir que los caracoles comunes son comestibles y además son una fuente importante de proteínas, se podría incluir en la dieta de las personas.
Descubrir su sabor fue interesante ya que es algo nuevo para nuestro paladar, además aprendimos cómo se cultivan, su preparación hasta llegar a tu mesa como producto final.
Bibliografía
The present work refers to the project carried out by the students of 2nd Jaguar from Zama school, the topic worked was: The snalarium, the main objective of this research was to know about the nutrients that snail meat has and the different ways to consume it. The approach used was field and experimental research, where we were able to interview Chef Yolanda Luna, who shared about her use of snail meat.In this way we were able to know more about the nutritional contribution that it has and we knew the different ways of being able to use the meat of the snail. In this way we were able to know more about the nutritional contribution that it has and we knew the different ways of being able to use the meat of the snail. With the help of the information obtained it was demonstrated that we can carry out the elaboration of snail flour.
As a final product we obtained tortillas enriched with snail meat flour.