Medicina y Salud

PJ-MS-65-LA Re-epitelización…¿Con plantas medicinales?

Salud y Bienestar

Asesor: MARISA CALLE MONROY

Pandilla Juvenil (1ro. 2do. y 3ro. de nivel Secundaria)

Alejandra Paredes Olvera[3° Tikal], Zuri Linalli Reyes Sánchez[3° Tikal], Valentina Reyes Espinosa[3° Tikal]

Resumen

La re-epitelización es la regeneración del epitelio, lo cual puede potencializarse con ayuda de algunas propiedades como las de elementos naturales, ya sea cebolla, el llantén o el aloe vera, estos tres contienen beneficios como el de ser antisépticos, antimicrobianos, antiinflamatorios, antibacterianos, etc. Todas estas características contribuyen en gran medida a la cicatrización y el proceso de curación de la herida. Por otra parte, los apósitos cubren, protegen y aíslan la úlcera, de factores externos perjudiciales para la herida. Acostumbramos no prestar atención a lesiones menores, las cuales en la mayoría de los casos terminan teniendo alguna infección o dificultad menor que indudablemente afecta al epitelio en la zona dañada. Con este producto buscamos que aquellas heridas menores a las que se les resta importancia tengan una opción sustentable y sencilla de tratar con ayuda de plantas medicinales y elementos naturales que han demostrado tener un resultado favorable ante heridas menores. Obtuvimos un rectángulo de 2 gasas de 10×10, con un ligero tono amarillento, una consistencia húmeda poco viscosa y un olor a llantén fresco, tiene un peso de 7.8 gr y un costo aproximado de $100 pesos mexicanos. Probamos nuestro producto aplicándolo en una lesión en la cual pudimos comprobar su efecto en particular. Notamos que la efectividad del producto está estrictamente relacionada con la constancia de aplicación, la cicatrización de la herida de prueba tomó alrededor de 1 semana.  Concluimos que las propiedades y el método utilizado resultan en un apósito bastante útil para lesiones cutáneas poco profundas.

Palabras clave: Epitelio, Apósito, Herida, Regeneración, Cicatrización.

Pregunta de Investigación

¿Cómo elaborar un apósito cicatrizante a base de tela de cebolla, áloe vera y llantén?

Planteamiento del Problema

Acostumbramos no darle importancia o atención a las lesiones menores, los accidentes no intencionales representan un grave problema de salud mundial, al no cuidar correctamente estas heridas, incrementa el riesgo de infecciones. La cicatrización de una úlcera cutánea crónica, o de una herida es un proceso a veces largo, costoso y dinámico sobre el que influyen muchos factores. El tratamiento tópico seleccionado para conseguir la cicatrización de las úlceras cutáneas crónicas o heridas, dependerá de las características y estados de la lesión: necrosis, tejido de granulación, profundidad, tunelización, exudado, signos de infección, piel periulceral. Una lesión es producida por el efecto de un agente externo que actúa de manera brusca sobre alguna parte de nuestro cuerpo, provocando una rotura de la superficie cutánea o mucosa, una discontinuidad en el epitelio que lo reviste, puede ser produce accidentalmente por traumatismos u otras agresiones a la piel, o por un acto quirúrgico. Las heridas agudas, a diferencia de las heridas crónicas, normalmente tienen un proceso de reparación dinámico, ordenado y escalonado que concluye con la restauración continua de la integridad de la piel, pero hay elementos que pueden interferir en el proceso de cicatrización. El estado del individuo y su respuesta ante la invasión de microorganismos determina si la herida se clasifica como: teniendo contaminación, colonización, infección local/ colonización crítica o propagación de la infección invasiva.

Antecedentes

¿Qué es una herida? : Una herida es el efecto producido por un agente externo que actúa de manera brusca sobre una parte de nuestro organismo, superando la resistencia de los tejidos sobre los que incide, causando una rotura de la superficie cutánea o mucosa, ya sea producida accidentalmente por traumatismos u otras agresiones a la piel, o por un acto quirúrgico. En definitiva, es una lesión caracterizada por una discontinuidad en el epitelio que lo reviste. Las heridas agudas tienen una amplia gama de clasificaciones. Para muchos autores las podemos clasificar en función de varios aspectos, atendiendo a diversas características de las mismas, como la forma de la herida, la profundidad y afectación de estructuras adyacentes, el tamaño, el mecanismo de producción, la complejidad, el grado de contaminación, etc. Es fundamental describir de forma detallada el aspecto, forma, agente causal y afectación de las distintas capas de la piel, ya que de ello depende nuestra actitud terapéutica y cuidados posteriores de la propia herida. 

Heridas cutáneas: Una herida cutánea es un daño en la superficie de la piel. Hay varios tipos de heridas cutáneas que incluyen:

Punzante: esta herida es causada a menudo por un objeto filoso o puntiagudo.

Laceración: con esta herida, la piel se desgarra o corta y abre. Laceración por avulsión: con este tipo de laceración, la piel se desgarra completamente o se forma un pliegue de piel.

Úlceras por presión: estas úlceras son lesiones en la piel. Son causadas por períodos prolongados de presión sobre una parte ósea del cuerpo.

Incisión: es un corte por un objeto afilado, como un cuchillo, vidrio roto o tijeras.

Abrasión: con esta herida, la piel se descama o desprende. Las abrasiones menores afectan solo la capa superior de la piel.

Cicatrización de heridas: La cicatrización es un proceso biológico encaminado a la reparación correcta de las heridas, por medio de reacciones e interacciones celulares, cuya proliferación y diferenciación está mediada por citoquinas, liberadas al medio extracelular. Las fases de la cicatrización se dividen en inflamación, proliferación y maduración. La inflamación es la liberación de componentes de la sangre. Durante la fase proliferativa se dan dos procesos paralelos e interdependientes. Uno es la formación de un nuevo tejido conectivo rico en fibroblastos y macrófagos, y con una matriz extracelular de colágeno, fibronectina y ácido hialurónico, y el otro es la angiogénesis. Los queratinocitos de la periferia, proliferan hasta que entren en contacto unos con otros. Posteriormente, de uno a seis meses, se iniciará la remodelación de ese tejido conectivo degradando el colágeno viejo por otro de tipo I y sintetizando elastina y proteoglicanos. Durante este proceso de reparación, los macrófagos y las plaquetas, se convierten en células protagonistas en la segregación de factores de crecimiento como, el PDGF, que estimulará la proliferación fibroblástica y la neovascularización de la herida por parte de las células endoteliales.

Infecciones en la piel y heridas: Las infecciones de la piel y de las heridas representan el crecimiento y la propagación de microbios, generalmente bacterias, dentro de la piel o de la herida. Estas infecciones desencadenan una reacción por parte del sistema inmunitario, provocando inflamación y daño tisular y enlentecen el proceso de curación. 

La mayoría de las infecciones permanecen confinadas en una pequeña área, como un arañazo o un folículo piloso y normalmente se resuelven por sí solas. Otras pueden persistir y, si no se tratan, pueden aumentar en gravedad y propagarse por el organismo. Algunas infecciones se diseminan hacia otros órganos y/o hacia la sangre provocando una infección en todo el cuerpo (sistémica). La piel es el órgano más extenso del organismo y constituye la primera línea de defensa. Aun cuando está limpia, la superficie de la piel no es estéril. Está poblada de una mezcla de microorganismos, que constituyen la flora normal de la piel. Esta flora normal es una barrera dinámica que ayuda a mantener a otros microorganismos (patógenos) alejados. En la mayoría de las ocasiones, estos microbios no causan enfermedades y no estimulan al sistema inmunológico. Sin embargo, si hay una herida en la piel o si el sistema inmunitario está debilitado, los microbios pueden causar una herida o una infección en la piel.

Apósito:Un apósito es un producto que cubre, protege y aísla la úlcera de factores externos perjudiciales al medio y que actúa de manera pasiva absorbiendo exudados, o de manera activa modificando el lecho de la herida e interviniendo en el proceso de cicatrización. Los requisitos que debe reunir un apósito son proteger la úlcera de microtraumatismos y de agentes microbianos, mantener la temperatura corporal en el lecho de la lesión y una humedad adecuada que no dañe la piel perilesional ni interfiera en los procesos bioquímicos de la cicatrización, favorecer la autolisis, promover la cicatrización, ser absorbente y controlar el exudado, ser de fácil aplicación y no doloroso al retirarlo, resultar adaptable y poder proteger la piel perilesional. 

Plantas en la medicina antigua: La variedad y cantidad de plantas con propiedades terapéuticas es bastante asombrosa. Se estima que en uno u otro momento han sido utilizadas alrededor de 70.000 especies vegetales, desde líquenes hasta árboles enormes, con fines medicinales. Hoy día, la herboristería occcidental aún se sirve de, al menos, mil plantas autóctonas europeas, así como de miles de especies procedentes de América, África y Australasia, En el Ayurveda (medicina tradicional de la India) se considera que alrededor de 2.000 especies de plantas tienen valor medicinal, mientras la Pharnacopocia china enumera más de 5.700 medicinas tradicionales, la mayoría de ellas de origen vegetal.

La medicina convencional emplea todavía unas 500 hierbas, aunque es raro que se utilice la planta completa. En general, las hierbas proporcionan la materia prima para aislar o sintetizar drogas convencionales

La cebolla y su uso médico: La cebolla tiene una actividad antimicrobiana, por tanto es un antiséptico natural. La cebolla también es conocida por sus efectos antiinflamatorios, expectorantes y antibacterianos, lo cual es beneficioso para combatir infecciones que puedan alojarse en heridas abiertas, y en consecuencia, alteren el buen funcionamiento de tu cuerpo. 

Los compuestos sulfurados de la cebolla, así como la citada enzima lipasa, tienen propiedades biocidas reconocidas por la ciencia que le permiten ejercer de antibacterianos. Además el azufre tiene propiedades cicatrizantes.

El aloe vera y su uso médico: El denominado áloe de Barbados es el zumo concentrado y desecado de la hoja de Aloe barbadensis Miller, (Aloe vera L.), mientras que el de El Cabo proviene de diversas especies del género Aloe, principalmente del Aloe ferox Miller y de sus híbridos. Los áloes proporcionan también un gel reputado como cicatrizante, utilizado en la industria cosmética.Las plantas del género Aloe han sido utilizadas desde la antigüedad en la medicina tradicional de varios países (Grecia, Egipto, India, México, Japón y China). La medicina china fue la primera en usar el áloe y se refería a él como la «planta de la inmortalidad». El gel de áloe posee acción cicatrizante de heridas, antiinflamatoria, inmunomoduladora y antiviral, todas estas propiedades se atribuyen al resultado de la acción sinérgica de los diversos constituyentes del gel. Debido a su contenido en mucílagos, posee propiedades hidratantes y emolientes. Las propiedades antiinflamatorias del gel de áloe han sido demostradas en distintos modelos experimentales de inflamación tales como edemas inducidos por distintos agentes irritantes habiéndo identificado cromonas y esteroles como principios activos responsables de esta actividad.

El llantén y su uso medicinal :El llantén (plantago major L.) es una planta perenne de la familia de las plantagináceas, el llantén posee principios activos como flavonoides, glucósido aucubina, ácido silícico, taninos y mucílagos. El llantén tiene acción antiséptica, expectorante, antibiótica,y cicatrizante, antiinflamatoria, calmante, depurativa, saciante, antihemorrágica, emoliente y astringente, Puede ayudar a cicatrizar heridas superficiales como quemaduras, llagas, piquetes de insecto o serpientes, herpes, irritación o incluso psoriasis gracias a su capacidad de detener hemorragias. Por otro lado, en caso de hemorragias, como por ejemplo de nariz, bucal, ocular en forma de conjuntivitis, o incluso hemorroides, es muy efectivo. Su uso como cicatrizante suele ser combinado con aloe vera para potencializar así las propiedades y dar mejores resultados.

Objetivo

Elaborar un apósito cicatrizante a base de tela de cebolla, áloe vera  y llantén.

Justificación

Desde tiempos remotos las plantas medicinales han jugado un papel importante en la salud y bienestar de la humanidad. Es razonable suponer que durante miles de años las plantas se utilizaban con propósito medicinal.

Aunque los antiguos pensaron que todas las plantas o especies vegetales podrían tener usos desde el punto de vista médico. A muchos científicos les resultó imposible aceptar que las medidas naturales podrían ser más eficaces o más que los remedios químicos.

Al utilizar recursos naturales para la elaboración de el apósito, no solo estamos retomando la medicina antigua, si no, estamos aprovechando los antiguos conocimientos que en su momento fueron utilizados como el principal método de curación.

La medicina tradicional es un fenómeno vigente de la cultura nacional que podría definirse más bien como un legado de recursos y prácticas curativas.

El instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) creó la Unidad de Investigación Biomédica en Medicina Tradicional y Herbolaria con el objetivo fundamental de buscar y diseñar y poner en práctica progreso de investigación y desarrollo que permite a mediano plazo establecer una colaboración entre la medicina tradicional e institucional y desarrollar un proceso de estudio continuo mediante el cual pueda rescatrase el bagaje médico cultural que durante siglos ha sido preservado por la medicina tradicional.

Hipótesis

Si logramos elaborar un apósito cicatrizante a base de tela de cebolla, áloe vera y llantén tendremos una alternativa económica y casera de regeneración celular.

Método (materiales y procedimiento)

Nota: Para realizar este procedimiento, debemos utilizar un campo estéril (dos mecheros), cubrebocas y todos los materiales tienen que estar frescos.

Materiales:

15 g de llantén.

500ml de agua destilada

Media cebolla blanca 

Media cebolla morada

1 hoja de aloe vera.

1 gasa mediana.

1 vaso de precipitado de 250ml.

1 vaso de vidrio de ámbar.

1 mortero  con pistilo.

1 bisturí.

1 aguja de disección.

Papel aluminio.

1 embudo.

2 mecheros.

1 cubrebocas.

Licuadora.

Papel aluminio.

Recipiente de plástico con tapa.

Procedimiento:

Se deben preparar previamente los materiales de la siguiente forma:

Cebolla:

  1. Cortar la cebolla en trozos grandes.
  2. Separar las capas y tomar sólo la tela, es decir, la primera capa

Aloe Vera:

  1. Extraer la pulpa de la hoja con el bisturí.
  2. Licuar la pulpa para obtener una consistencia viscosa para así poder adherir la cebolla.

Llantén: 

  1. Colocar 15 g de llantén en el mortero y macerar con 200ml de agua destilada hasta que salga el extracto de la hoja.
  2. Colocar el líquido obtenido en el frasco de ámbar con ayuda de un embudo.
  3. Utilizaremos el líquido resultante.

1.- Se desinfectó el área en el que   se llevó a cabo la fase experimental, así mismo, se utilizó un campo estéril con ayuda de dos mecheros en las esquinas del área de trabajo. 

2.- Colocamos la gasa en un plato limpio.

3.- Se colocó la mezcla de llantén. 

4.- Distribuimos la tela de cebolla previamente separada a lo largo de la gasa.

5.-  Se distribuyó el aloe vera anteriormente licuado encima de ambos materiales.

6.- Se agregaron más gotas del llantén. 

7.- Usamos una segunda gasa para utilizarla como capa final del apósito. 

8.- Como método de conservación, decidimos envolver el apósito en aluminio.

9.- Guardamos el apósito dentro de un recipiente de plástico con tapa y se dejó en el congelador para así evitar que fermente y genere un olor desagradable. 

10.- Utilizamos etiquetas que contienen la fecha y hora de elaboración del producto. 

Nota: Para ambas capas de cebolla se utilizó el mismo procedimiento. 

Galería Método

Resultados

Obtuvimos 1 rectángulo de 2 gasas de 10×10 con un ligero tono amarillento, con una consistencia  húmeda y un poco viscosa con un olor a llantén fresco, la gasa tiene un peso de 7.8 gr. con un costo final aproximado de $100 pesos mexicanos.

 Resultados de la herida:

(Capa de cebolla blanca) Las heridas eran pequeños rasguños, al momento de aplicar la gasa se sintió un poco de ardor pero solo momentáneo, pasados 15 min la herida apenas y cicatrizo, seguían algunos de los rasguños completamente intactos.  

(Capa de cebolla morada ) Las heridas eran un poco más profundas, al momento de poner la gasa igualmente se sintió un poco de ardor pero igualmente fue momentáneo, por otro lado pasados 15 min con esta gasa ya había cicatrizado casi en su totalidad la herida   

En ambos casos tienes que tener cuidado de que la gasa esté en la herida y no se caiga, por lo cual es recomendable que a la hora de colocar la gasa no se realice ninguna actividad o se refuerce esta misma.

Galería Resultados

Discusión

Nos dimos cuenta que tanto el apósito cómo el llantén no pueden dejarse tanto tiempo sin un método de conservación ya que de ser así, ambos presentarán un olor desagradable debido a que empieza a fermentar, lo que hace que no pueda utilizarse para ninguna herida. Para esto tomamos la decisión de dejar ambos en el congelador ya que sirve como conservador sin alterar la composición de ninguno de los materiales. 

Pudimos observar que debido a que el apósito de cebolla blanca dio una cicatrización  lenta  y mínima optamos por usar  el apósito de cebolla morada que dio mejores resultados y una cicatrización más rápida. 

Conclusiones

 Comprobamos que la cebolla blanca es rica en nutrientes, pero la cebolla morada es la más vigorosa de entre todos los otros tipos de bulbos que existen. Sus antioxidantes son más eficientes para combatir efectivamente los procesos infecciosos, además de que elimina las  toxinas de la herida  al actuar como un depurativo, cicatrizante y diurético natural.

Por otro lado, sabemos que  los usos medicinales del aloe vera y el llantén, sumado a las capas de cebolla promueven la cicatrización y regeneración del tejido celular de la piel.

Bibliografía

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-https://guiaspdf.net/wp-content/uploads/2021/02/Enciclopedia-de-Plantas-Medicinales-GuiasPDF.Net_.pdf

 

Summary

Reepithelialization is the regeneration of the epithelium, which can be potentialized with the help of properties like the ones that onion, plantain and aloe vera contain. These three materials have several benefits which include being antiseptic, antimicrobial, anti-inflammatory, antibacterial, among others. All of these characteristics contribute largely to the cicatrization and healing process of some wounds. Besides, dressings cover, protect and isolate the ulcer from external and harmful factors for the wound. We are used to not paying attention to minor injuries, which in most cases end up getting infections or minor difficulties that undoubtedly affect the epithelium in the damaged area. With this product we want to achieve that all of those minor injuries, which are shown as unimportant, have a sustainable and simple option to be treated with the help of medicinal plants and natural substances that have proven to have a favorable result in minor hurts. We obtained a rectangle of 2 gauzes 10×10 chiffon with a yellowish tone, a slightly viscous wet consistency and a smell of fresh plantain. It has a weight of 7.8 g and an approximate cost of $100 Mexican pesos. We tested our product by applying it to an injury in which we were able to verify its particular effect. We noticed that the effectiveness of the product is strictly related to the constancy of application, the healing of the test wound took about 1 week. We conclude that the properties and the method that we used outcome in a very useful dressing for non-harmful skin lesions.

Key words: Epithelium, Dressing, Wound, Regeneration, Cicatrization.

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography