Marion Yazid Alvarez Naranjo[3° Xcaret], Dana Paola Sainz Danell[3° Xcaret], Zoe Maximiliano Peña Jaimes[3° Xcaret]
El manejo inadecuado de desechos contamina el medio ambiente. Por ello, se han desarrollado algunas soluciones, como las toallas de algodón orgánico. La contaminación por toallas sanitarias desechables es un problema importante porque tardan entre 500 y 800 años en degradarse y, una vez que han cumplido su labor, terminan en vertederos, cursos de agua o sencillamente en nuestros océanos. Hoy en día, existen prejuicios y estigmas sobre la menstruación, es fundamental educar a hombres y mujeres sobre el tema, para eliminarlos. A pesar de los avances, la menstruación sigue siendo un tema tabú en muchas partes del mundo y afecta la vida diaria de las mujeres y niñas. La falta de información puede hacer que las mujeres se sientan incómodas, por el olor de su menstruación o síntomas del síndrome premenstrual, lo que puede afectar su salud emocional y mental, incluso pueden perder tiempo en el trabajo o la escuela. Las toallas biodegradables pueden mejorar la salud y el bienestar de las mujeres al mismo tiempo que abordan este problema. La esencia de lavanda se ha utilizado tradicionalmente por sus propiedades calmantes y relajantes, algunas personas encuentran que el aroma relajante de la lavanda puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad asociados con el síndrome premenstrual (SPM) o los cólicos menstruales. Entonces, si elaboramos una toalla sanitaria biodegradable que contenga aceite esencial de flor de lavanda, podríamos ayudar a las mujeres a tener una mayor comodidad y combatir malos olores durante este tiempo del mes.
Se encontró que las toallas sanitarias son extremadamente dañinas para nuestro medio ambiente, la mayoría de ellas contienen alguna esencia “natural” pero realmente es el efecto contrario. Según el reportaje de infobae estas contienen una alta cantidad de químicos que pueden causarle a la mujer alergias en la piel, cantidades excesivas de flujo vaginal, infecciones en la zona íntima o en el peor de los casos le puede causar infertilidad o cáncer de útero.
También se encontró que para la elaboración de toallas sanitarias desechables se utiliza un grupo de minerales llamado “asbesto”, la cual es una sustancia altamente dañina para el ser humano.
Esa es una problemática extremadamente grande, ya que las mujeres tienen su periodo cada 28 días, por lo que les es indispensable ocupar toallas sanitarias y el saber que una de estas les puede causar cualquiera de todos estos padecimientos llega a generar una inseguridad o incomodidad al usarlas.
El tabú de que la menstruación es un temas exclusivamente para mujeres se ha a apoderado de nuestra sociedad, según la UNICEF Perú, el 95% de las niñas y adolescentes de nuestra edad se sienten incómodas durante este periodo, no todas pero sí un 35,6% de las niñas faltan al colegio por incomodidad y/o dolor, un 10% no sabían ni de qué trataba el periodo menstrual ya que ni en su casa ni en la escuela recibieron información acerca del tema, la primera vez que menstruaron pensaron que habías sufrido un “daño grave” o que estaban teniendo una hemorragia, si la menstruación no siguiera con el tabú de que es un tema “solo para mujeres” ante la sociedad actual.
También aunque mucha gente no lo piense, es indispensable que los hombres conozcan más acerca de este tema, según el Plan Internacional, de acuerdo a una encuesta internacional reciente, uno de cada tres adolescentes y jóvenes hombres creen que este es un tema de mal gusto y que se debería de mantener en secreto, ya que, el 55% asoció la menstruación con un tema de suciedad, el 31% con un tema vergonzoso y el 38% con un tema asqueroso.
La directora regional de Plan Internacional para América y Caribe declaró lo siguiente:
“En América Latina y el Caribe, el estigma, los prejuicios y los tabúes en torno a la menstruación siguen siendo una de las causas de discriminación y exclusión de las niñas y mujeres. Con demasiada frecuencia este proceso natural y saludable se considera vergonzoso, y se convierte en un obstáculo para mantener la salud de las niñas con higiene y dignidad.”
Por otro lado, según el reportaje de The Guardian, en Reino Unido las mujeres hicieron una protesta en la calle en la cual salieron con pancartas diciendo que las autoridades se quejaban del precio de los productos de higiene sanitaria de una mujer ya que decían que “hay mejores cosas por las que preocuparse”, comentarios como esos hacen que las mujeres se sientan incómodas al compartir que están en este periodo y pueden llegar a dudar si pedir ayuda o un consejo acerca de esta situación.
Esto no debería ser así, ya que, es un tema absoluta y completamente común globalmente y es una lastima que gracias a los estereotipos que hay hoy en día en los trabajos, escuelas y generalmente en la sociedad actual.
La historia de las toallas sanitarias ya tiene sus décadas, pues desde finales del siglo XIX se ha investigado para lanzar un producto eficaz, eficiente y discreto que ayude a las mujeres en su ciclo menstrual para mejorar la higiene, bienestar y salud sexual de millones. Sin embargo, la llegada de las toallas femeninas como se les conoce tardó en aparecer, fue hasta 1918 a finales de la Primera Guerra Mundial, donde enfermeras de guerra estadounidenses aprovecharon las gasas médicas, las cuales están hechas de celulosa, para utilizarlas como método efectivo para evitar el sangrado menstrual. Según datos del Museo de la Menstruación y Salud de la Mujer de Estados Unidos, la comercialización de las toallas sanitarias comienza en Alemania, con la empresa Hartman, y en Estados Unidos con Jhonson & Jhonson. No obstante, fue hasta finales de la década de los 70 ‘s que se introdujo al mercado la primera toalla con alas adherentes para fijarla en un solo lugar y evitar accidentes. La zona vaginal, es un área sensible con una delgada capa de piel y un gran número de vasos sanguíneos y linfáticos, lo que la vuelve más propensa a absorber compuestos químicos que irán directamente al sistema sanguíneo al entrar en contacto con ellos. Un estudio realizado por la organización Women ‘s Voices For The Earth en 2013, afirma sobre los tampones: “La mayoría de los tampones son hechos de algodón y/o rayón u otra fibra de pulpa. Desafortunadamente estas sustancias pueden estar contaminadas con dioxinas muy tóxicas cuando se blanquean con compuestos de cloro, además de pesticidas de algodón no-orgánico. En cuanto a las toallas sanitarias, la organización señala: “El material absorbente dentro de la toalla sanitaria también puede haber sido blanqueado con cloro, planteando el potencial para la exposición a la dioxina o el furano. Si la toalla sanitaria incluye algodón cultivado tradicionalmente, el riesgo de la exposición al residuo de pesticida también existe”. Además, sobre todo en el caso de las toallas higiénicas, se suma el posible uso de fragancias, que pueden incluir químicos los cuales son carcinógenos, irritantes, alérgenos y disruptores endocrinos. Pero eso no es todo. En muchas ocasiones el uso de toallas sanitarias, que en gran mayoría incluyen plásticos, también se ha relacionado a la aparición de hongos, irritación o alergias. En el caso de los tampones, ocurre algo similar. Al absorber el flujo vaginal natural, provocan resequedad en las paredes vaginales, desequilibrio en la flora natural y la posible aparición de infecciones. Según explica Paula Valenzuela, la creadora de la Copita Mialuna: “El 65% de lo que un tampón absorbe corresponde a flujo menstrual, el resto es humedad natural que tu cuerpo necesita y hay un porcentaje de mujeres que corre el riesgo de sufrir SST (síndrome de shock tóxico), causado por una toxina producida por ciertos tipos de las bacterias estafilococos”.
Nuevos productos
Con la llegada de las toallas sanitarias en el naciente siglo XX, llegaron junto con ellas otros métodos de higiene menstrual, como es el tampón y la copa menstrual, esta última siendo menos popular y utilizada debido a los materiales con los que se fabricaban, ya que eran muy nocivas para las mujeres. Hace muchos años, en una remota aldea del Himalaya, Kristin Kagestu aprendió una lección valiosa para crear productos verdaderamente sostenibles era necesario utilizar componentes locales. Más de la mitad de la población tuvo, tiene o tendrá la menstruación en algún momento de su vida. De hecho, todos los días 300 millones de mujeres y niñas están menstruando y, en promedio, una mujer pasará 3.500 días de su vida con el periodo. La menstruación y la higiene menstrual siguen siendo temas tabú en muchos lugares del mundo. En muchas zonas rurales del mundo, incluyendo América Latina, las mujeres no pueden realizar actividades diarias como cocinar, tocar fuentes de agua o acercarse al ganado porque se cree que son impuras y podrían propagar enfermedades. Por otro lado, el manejo de la higiene menstrual ha sido ignorado en las agendas de desarrollo, razón por la cual muchos proyectos no toman en consideración estas necesidades especiales, lo que priva a mujeres y niñas de áreas seguras, accesibles e higiénicas tanto en sus hogares como en espacios públicos. Los períodos dolorosos afectan a un gran número de mujeres. Bolsa de agua caliente, medicación, ejercicio suave, acupuntura, beber infusiones durante la regla. Existen muchas técnicas para aliviar el dolor. Como consecuencia de la ignorancia y falta de medidas, las vidas de las mujeres y niñas se ven afectadas en diferentes aspectos. Según el Laboratorio PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor en México), las mujeres utilizarán, en promedio, un total de 13 mil 320 toallas sanitarias durante toda su vida. Esas miles de toallas femeninas se convierten en desechos que terminan en ríos, océanos y basureros. Con base en la información de la Organización de las Naciones Unidas, se estima que los productos femeninos que tiramos a lo largo de nuestras vidas generan un total de 60 kilogramos de residuos por persona con vulva. Si tomamos en cuenta que en promedio nuestra vida fértil tiene una duración de alrededor de 40 años y que utilizamos cerca de 4 a 5 toallas higiénicas al día, dependiendo de nuestro flujo y duración de nuestro período, cada mujer utilizará en su vida entre 10.000 y 13.000 toallas higiénicas o tampones. Lo que, según se ha estimado, equivale a alrededor de 65 kg de basura. Con aproximadamente 4.000.000 de mujeres en edad fértil , ya podemos hacernos una idea de la cantidad de desechos que estamos produciendo al años El gran problema con las toallas higiénicas es que éstas tardan entre 500 y 800 años en degradarse y que, una vez que han cumplido su labor, terminan en vertederos, cursos de agua o sencillamente en nuestros océanos. En el caso de los tampones, éstos tardan cerca de 6 meses en degradarse, esto sin contar su envoltorio (usualmente hecho de plástico). Pero hay otro factor preocupante en el uso de estos productos femeninos íntimos del que no solemos escuchar: sus compuestos y sus posibles efectos en nuestra salud. En pocas palabras, las toallas sanitarias generan muchísima basura que termina por contaminar nuestro planeta. Sabemos que las toallas sanitarias son un producto vital para la higiene menstrual de las mujeres. Se han creado muchas alternativas ecológicas para vivir nuestro ciclo menstrual de manera higiénica y sin contaminar tanto al planeta, pero lo cierto es que muchas personas siguen utilizando las toallas desechables para cubrir sus necesidades. El material de las toallas sanitarias biodegradables depende de la marca que las haya creado. Existen algunas hechas de algodón orgánico, otras de bambú orgánico y la más reciente invención fue de una mexicana llamada Sharon Hernández del Valle que creó unas toallas femeninas hechas con fibra de árbol Kapok (también conocido como Ceiba). El bambú orgánico al igual que la fibra de árbol Kapo son materiales antibacterianos y antisépticos. Esto evitará cualquier tipo de irritación, alergia o infección vaginal. En cuanto al algodón orgánico, es un material totalmente libre de químicos dañinos que pueden llegar a perjudicar el cuerpo humano al igual que al medio ambiente. En cuanto al algodón orgánico, es un material totalmente libre de químicos dañinos que pueden llegar a perjudicar el cuerpo humano al igual que al medio ambiente. Un aceite esencial es, en realidad, un líquido aromático y aceitoso que contiene moléculas con acciones específicas. Los aceites esenciales se obtienen por destilación de plantas, flores, cortezas o raíces.
Los aceites esenciales
Los aceites esenciales actúan muy rápidamente sobre el dolor. Durante un ataque de dolor, es posible tomar el aceite de una sola vez y sentir el alivio, pero si el dolor es más continuo, será necesario tomar el aceite varias veces a intervalos. La flor de lavanda, utilizada principalmente en perfumes y jabones, se encuentra en productos de limpieza domésticos, desodorantes, velas y productos alimenticios. El aceite esencial de lavanda o esencia de lavanda sea el que ha dado su gran popularidad a esta planta más bien sencilla y discreta. Existen varios tipos de lavanda o plantas afines, pero aquí nos referimos al aceite esencial que se obtiene de la lavanda oficinal o Lavandula angustifolia. No hay que confundir este aceite esencial de lavanda, obtenido por destilación, del aceite aromatizado de lavanda. Son múltiples los factores que influyen en el aroma del aceite esencial de lavanda: la procedencia, el modo de cultivo, el origen de las semillas (clones o silvestres). Estos factores también pueden repercutir en las propiedades del aceite esencial de lavanda. Las propiedades del aceite esencial de lavanda son tan numerosas que se ha llegado a considerar como uno de los remedios de aromaterapia más completos. A nivel terapéutico, al aceite esencial de lavanda se le atribuyen las siguientes propiedades; Propiedades relajantes y sedantes: Es tal vez lo más destacado del aceite esencial de lavanda, lo que lo hacen muy indicado para situaciones de estrés, para favorecer el sueño y combatir el insomnio, para calmar la ansiedad. Propiedades antidolor; Son las responsables de uno de los beneficios de la lavanda más conocidos, el de aliviar diferentes tipos de dolor, como el dolor de cabeza o el dolor de regla, Propiedades antimicrobianas, Propiedades hipotensoras; La lavanda ayuda a regular la tensión arterial activando un canal específico del potasio en los vasos sanguíneos que favorece su dilatación y reduce la presión arterial. Además tranquiliza, lo que también contribuye a mantener la tensión arterial a raya; Propiedades para la piel: El aceite esencial de lavanda también es un valioso remedio para cicatrizar diferentes tipos de heridas y quemaduras y se recomienda para tratar ciertos tipos de eccema. Varios estudios específicos de lavanda son dignos de mención. Atestiguan los efectos beneficiosos y los poderes restauradores de la lavanda. Estos incluyen: estado de alerta mental, recuerdo de la memoria, reducción de la ansiedad, depresión, acné y otras afecciones de la piel, estrés e insomnio. En 2005, un estudio realizado en la Clínica Universitaria de Neurología de la Universidad de Medicina de Viena, Austria, realizado por Johan Lehrner y asociados y publicado en la revista científica, Physiological Behavior , investigó el impacto de los aceites lavanda en los niveles de ansiedad. de pacientes en espera de procedimientos dentales. Los hallazgos reforzaron las creencias previas de que estos olores combinados ayudaron a alterar los estados emocionales y a reducir la ansiedad. Por lo tanto, ayuda a calmar los dolores menstruales y las contracciones premenstruales.
Elaborar una toalla femenina biodegradable.
La higiene femenina es un tema muy común pero poco hablado en la sociedad, nuestro proyecto puede ayudar a que las personas no sigan con el tabú de que la higiene femenina solo se habla entre mujeres o que nadie se debe de enterar cuando una mujer está en su periodo menstrual, al poder convertir este tema en una situación de la que nadie debería avergonzarse, podemos hacer que los demás empaticen y entiendan a la mujer, para que al conocer del tema podamos ayudarlas en cualquier situaciòn, específicamente a sentirse còmodas y libres al estar en este periodo y al hablar del tema ,se centra en normalizar el periodo menstrual e higiene vaginal de una mujer mediante una toalla sanitaria biodegradable, la cual consiste en contener esencia de flor de lavanda, ya que, ayuda a combatir los malos olores, se considera un adaptógeno, tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antimicóticas.
Este ayuda con infecciones vaginales, brinda una mayor comodidad a la mujer al disminuir el mal olor.
La mayoría promocionan a las mujeres de una manera que sugiere que ellas no están limpias, o que hay algo malo con sus cuerpos. Muchas de las toallas femeninas, con fragancia principalmente, contienen productos químicos preocupantes relacionados con las reacciones alérgicas de la piel,
al cáncer, la alteración hormonal y los problemas de fertilidad. Desafortunadamente, la mayoría de los ingredientes de fragancia se mantienen en secreto de los consumidores, así que los componentes tóxicos son difíciles de identificar al leer las etiquetas de los productos.
Si elaboramos una toalla sanitaria biodegradable que contenga esencia de flor de lavanda para una mayor comodidad, entonces lograremos combatir malos olores.
Materiales
Procedimiento
Obtuvimos una toalla femenina color blanco cálido con una textura suave al tacto por su interior de algodón de bambú, en los bordes un hilo azul con el cual está cosida, tiene una longitud de 19 com, el ancho inferior es de 9.3 cm y el ancho superior de 7cm y contiene un ligero aroma a lavanda. Con un costo de $26.86 pesos mexicanos c/u.
Para las mujeres en general es sumamente necesario usar una toalla sanitaria durante su periodo menstrual, normalmente una toalla sanitaria convencional tarda entre 500 y 800 años en degradarse, una vez que ya han cumplido su labor, terminan en
vertederos, cursos de agua o sencillamente en mares y océanos; esta es una enorme problemática a nivel global, una toalla sanitaria que sea biodegradable eliminaría un gran porcentaje de esta problemática.
También, el hecho de que nuestro producto contenga aceite esencial de lavanda ayuda a evitar las infecciones vaginales, disminuir el flujo vaginal, da un ligero aroma a lavanda y disminuye el olor a sangre que comúnmente las mujeres percibimos.
Logramos que la toalla sanitaria sea biodegradable gracias a que ocupamos materiales tales como la tela de papel de bambú y el algodón orgánico. También al usar esencia de flor de lavanda conseguimos que tenga un ligero aroma a esta flor; también esta esencia ayuda a disminuir el flujo vaginal y evitar infecciones vaginales. La toalla nos dió como resultado después de 4 semanas de haberla enterrado que sus materiales iban disminuyendo de grosor semana a semana.
Inadequate wastes management pollutes the environment. Therefore, some solutions have been developed, such as organic cotton pads. Pollution by disposable sanitary napkins is a major problem because they take between 500 and 800 years to degrade and, once they have done their job, they end up in landfills, watercourses or simply in our oceans. Today, there are prejudices and stigmas about menstruation, it is essential to educate men and women on the topic, to eliminate them. Despite advances, menstruation remains a taboo in many parts of the world and affects the daily lives of women and girls. Lack of information can make women feel uncomfortable, from the smell of their menstruation or symptoms of PMS, which can affect their emotional and mental health, they may even waste time at work or school. Biodegradable pads can improve women’s health and well-being while addressing this problem. Lavender essence has traditionally been used for its soothing and relaxing properties, some people find that the soothing scent of lavender can help reduce the stress and anxiety associated with premenstrual syndrome (PMS) or menstrual cramps. So, if we make biodegradable pads that contain lavender flower essential oil, we could help women to have greater comfort and combat bad odors during this time of the month.