Medio Ambiente

PJ – MA – 77 -HA El metano y su impacto negativo en las plantas.

Vida de ecosistemas terrestres

Asesor: Enriqueta Sandoval Partida

Pandilla Juvenil (1ro. 2do. y 3ro. de nivel Secundaria)

Alejandra Saraí González Guzmán[Tulum], Avril Miranda Morquecho Montalvo[Tulum], Frida Collette Sánchez Aguillón[Tulum]

El metano (CH4) es un gas inodoro, incoloro e insípido, con efecto invernadero, se encuentra en la atmósfera de 10 a 15 años, es provocado por desechos orgánicos e inorgánicos; provoca el 25% de la contaminación del planeta, proviene de fuentes naturales, se estima que el 60% de estas emisiones son de actividades humanas. El aumento de CH4 representa una problemática ambiental, aunque tiene menor permanencia en la atmósfera en comparación al CO2, su capacidad para atrapar radiación es mayor, convirtiéndolo en un factor del calentamiento global. El metano provoca desequilibrio en los ecosistemas, causando cambios en la precipitación, alterando ciclos naturales de nutrientes del suelo, afectando la biodiversidad, teniendo como consecuencias efectos devastadores en flora y fauna, ya que genera alteraciones en la fisiología de las plantas e incluso mata árboles y plantas. Con este proyecto buscamos demostrar el impacto del metano en las plantas, si bien es cierto, los desechos orgánicos sirven como composta, también lo es que, si esta basura no es separada y depositada en el lugar indicado, podemos incrementar el cambio climático, ya que cuando el metano se produce a partir de fuentes no fósiles, como los alimentos y los desechos verdes, puede eliminar el carbono del aire, sin embargo, si se libera a la atmósfera sin el manejo y tratamiento adecuado éste atrapa el calor y origina el efecto invernadero que acelera el calentamiento global; asimismo, se busca concientizar a las personas a evitar el incremento de este peligroso gas para cuidar nuestro planeta.

Methane (CH4) is an odorless, colorless, and tasteless greenhouse gas that remains in the atmosphere for 10 to 15 years. It is produced by organic and inorganic waste. It causes 25% of the planet’s pollution and comes from natural sources. It is estimated that 60% of these emissions are from human activities. The increase in CH4 represents an environmental problem. Although it has a shorter atmospheric retention time compared to CO2, its capacity to trap radiation is greater, making it a factor in global warming. Methane causes imbalances in ecosystems, causing changes in precipitation, altering natural soil nutrient cycles, affecting biodiversity, and having devastating effects on flora and fauna, as it alters plant physiology and even kills trees and plants. With this project, we seek to identify the impact of methane on plants. While it is true that organic waste serves as compost, it is also true that if this garbage is not separated and deposited in the appropriate place, we can increase climate change. When methane is produced from non-fossil sources, such as food and green waste, it can eliminate carbon from the air. However, if it is released into the atmosphere without proper management and treatment, it traps heat and causes the greenhouse effect that accelerates global warming. Likewise, we seek to raise awareness among people to prevent the increase of this dangerous gas in order to protect our planet.

Xiknexti nopa amo kuali tlen kichiua nopa metano ipan xiuitl, pampa kema amo tijxelouaj o tijtekiuiaj to tlasoli, nopa metano ki tsakuilia totonik, uan ​​kichiua ma onka nopa efecto invernadero tlen ki chiua ma tlatotonia nochi tlaltipaktli; Nojkia, xikinyolchikaua maseualmej amo ma momiakili ni gas tlen tlauel temajmati pampa kimanauis totlaltipaktli. Demostrar el impacto negativo del metano en las plantas, ya que al no separar ni reutilizar nuestros desechos, el metano atrapa el calor provocando el efecto invernadero que acelera el calentamiento global; asimismo, concientizar a las personas a evitar el incremento de este peligroso gas para cuidar nuestro planeta.

El metano (CH4) es un hidrocarburo que se encuentra tanto en la atmósfera del planeta como en muchos ambientes subterráneos y acuáticos, además, es un gas de efecto invernadero provocado por los desechos orgánicos e inorgánicos que generamos, que puede causar efectos negativos en las plantas. El cual provoca el 25% de la contaminación del planeta. El metano proviene tanto de fuentes naturales como de actividades humanas. Se estima que el 60% de las emisiones actuales de metano son el resultado de actividades humanas.

El uso del gas metano abarca varios sectores, como producción de energía, industria química, calefacción y cocina, combustible para vehículos y gestión de residuos, sin embargo, a pesar de tener diversas funciones positivas, el metano también es un gas de efecto invernadero lo que significa que contribuye al calentamiento global. Por esta razón, también es importante controlar y manejar adecuadamente las emisiones de metano para reducir su impacto en el medio ambiente.

Este gas puede surgir tanto de procesos naturales como de actividades realizadas por el ser humano, entre ellas están los humedales, los océanos, la extracción de combustibles fósiles, como la extracción de petróleo y carbón, las fugas a lo largo de la cadena de producción y suministro de combustibles fósiles, las vacas, los cerdos, las ovejas o las cabras producen CH4 al realizar la digestión, también el CH4 se genera en los vertederos.

El tiempo de vida del gas metano en la atmósfera es mucho más corto que el del dióxido de carbono. Mientras que el CO2 puede permanecer en ella durante miles de años, el CH4 desaparece en unos 10 o 15 años, por ello, las emisiones de gas metano son una preocupación creciente debido a su potente efecto invernadero

El aumento en los niveles de gas metano (CH4) representa una problemática ambiental de gran magnitud en la lucha contra el cambio climático. A pesar de su menor permanencia en la atmósfera en comparación con el dióxido de carbono (CO2), su capacidad para atrapar radiación es significativamente mayor. Esto lo convierte en un actor clave en el calentamiento global. De ahí que la reducción de las emisiones de metano es una tarea urgente y necesaria. Es vital implementar políticas y tecnologías que apunten a la disminución de emisiones en la extracción y gestión de combustibles fósiles, así como en la agricultura y gestión de residuos

El metano tiene un impacto directo en los ecosistemas terrestres, causando cambios en los patrones de precipitación, alterando los ciclos naturales de nutrientes del suelo y afectando la biodiversidad. Además, el aumento de las temperaturas puede provocar la descomposición acelerada de la materia orgánica, lo que a su vez conduce a una mayor liberación de metano, creando un ciclo perjudicial que exacerba el problema. El CH4 crea un desequilibrio en los ecosistemas terrestres teniendo como consecuencias efectos devastadores en la flora y fauna, ya que este mata a los árboles y plantas, alterando los hábitats naturales y poniendo en peligro la supervivencia de numerosas especies, asimismo, está generando alteraciones en la fisiología de las plantas, cambios en la fenología, productividad y calidad de cosechas en muchas especies ya que está causando alteraciones en los mecanismos de adaptación en las plantas, en el crecimiento y el desarrollo de las especies cultivadas.

Aunado a lo anterior, las emisiones de CH4 a parte de tener un impacto negativo en las plantas, éste también tiene un impacto en la salud humana.

En nuestra investigación logramos observar que el metano tiene un impacto negativo en las plantas ya que este al ser un gas de efecto invernadero y estar demasiado cerca de las plantas se marchitan y después de un tiempo estás mueren.

También logramos observar que un biodigestor también ayuda a su proceso de descomposición anaeróbica de materias orgánicas.

Un biodigestor es un sistema que permite la descomposición de materia orgánica El fin del biodigestor es producir biogás el cual es un combustible de origen natural que tiene muchas aplicaciones y que, es una fuente de energía no renovable, pero, es más respetuoso con el medio ambiente que los denominados combustibles fósiles

En este proyecto realizamos un experimento similar, ya que, en vez de convertir el metano en energía, colocamos una planta junto a la basura en la pecera para generar el metano y en otra pusimos la misma planta, pero sin basura para comparar el antes y el después y lograr demostrar lo que provoca el CH4 en las plantas y el medio ambiente con su día a día.

Nos percatamos que hay gases contaminantes que afectan a la Tierra, los cuales son el H, NE, CH4 entre otros. El gas metano provoca el 25% de la contaminación destruyendo parte de la capa de ozono. Anteriormente se creía que los árboles expulsaban el metano, eso no es del todo cierto, ya que antes de llegar al metro de altura lo expulsa, pero la cantidad es mínima, porque en lo más alto es donde absorbe el metano, pero esta vez lo que devuelven al ambiente es el oxígeno. El metano es provocado por toda la basura que genera el ser humano al no separarla provocando demasiada contaminación en el aire.

Por eso vamos a demostrar lo que el metano puede provocar en una planta y al medio ambiente, a la vez concientizar a las personas de separar sus desechos y cuidar el planeta.

En el mundo hay muchos contaminantes que dañan el medio ambiente entre ellos el metano que provoca el 25% de la contaminación el cual también daña las plantas marchitándose y reduciendo el aire limpio por eso elaboramos un experimento en el cual se muestra el impacto negativo de este gas en las plantas.

Si demostramos la importancia del impacto negativo del metano en las plantas entonces lograremos concientizar a la gente para que eviten contaminar el medio ambiente.

Demostrar la importancia del impacto negativo del metano en las plantas.

Demostrar el impacto negativo del metano en las plantas y concientizar a las personas de separar su basura para poder reducir este gas y cuidar nuestro planeta.

Demostrar el impacto negativo del metano en las plantas ya que la vida de los ecosistemas terrestres está en peligro debido a que el metano mata árboles y plantas de esos ecosistemas.

El gas metano cuya formula es CH4 es un hidrocarburo que se encuentra tanto en la atmosfera del planeta como en muchos ambientes subterráneos y acuáticos, es un gas incoloro, inodoro, inflamable y más ligero que el aire, es una molécula compuesta por un átomo de carbono unido a cuatro átomos de hidrógeno, es un potente gas de efecto invernadero y es el segundo contribuyente más grande al calentamiento climático después del dióxido de carbono (CO2). Una molécula de metano atrapa más calor que una molécula de CO2, pero el metano tiene una vida relativamente corta de 7 a 12 años en la atmósfera, mientras que el CO2 puede persistir durante cientos de años o más.

El metano proviene tanto de fuentes naturales como de actividades humanas. Se estima que el 60% de las emisiones actuales de metano son el resultado de actividades humanas. Las fuentes más grandes de metano son la agricultura, los combustibles fósiles y la descomposición de residuos en vertederos. Los procesos naturales representan el 40% de las emisiones de metano, siendo los humedales la fuente natural más grande.

La concentración de metano en la atmósfera se ha más que duplicado en los últimos 200 años. Los científicos estiman que este aumento es responsable del 20 al 30% del calentamiento climático desde la Revolución Industrial (que comenzó en 1750).

El gas metano, además, juega un papel clave tanto en diversas aplicaciones industriales como en cuestiones ambientales.

De hecho, el uso del gas metano abarca varios sectores, destacando por su versatilidad y eficiencia energética. Algunos de sus principales usos son:

  • Producción de energía: se utiliza como fuente de energía en centrales térmicas y para la generación de electricidad y calor, gracias a su alta capacidad calorífica.
  • Industria química: sirve como materia prima en la producción de hidrógeno, metanol y otros compuestos químicos importantes.
  • Calefacción y cocina: en el sector doméstico, se usa ampliamente para la calefacción de hogares y como combustible para cocinar.
  • Combustible para vehículos: el metano comprimido (GNC) o licuado (GNL) se emplea como una alternativa más limpia a los combustibles fósiles tradicionales en el transporte.
  • Gestión de residuos: la captura de metano de vertederos y su uso como fuente de energía contribuye a la gestión sostenible de residuos y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, a pesar de tener diversas funciones positivas, el metano también es un gas de efecto invernadero.

En cuanto a su origen, como se ha mencionado, este gas puede surgir tanto de procesos naturales como de actividades realizadas por el ser humano. Entre las fuentes naturales, los humedales son prominentes, liberando metano (CH4) cuando los microorganismos descomponen la materia orgánica en condiciones anaeróbicas (ausencia de oxígeno).

Un estudio publicado en Nature Geoscience concluye que los ecosistemas acuáticos son responsables de hasta la mitad del total de emisiones de gas metano a la atmósfera. Otras fuentes naturales serían:

  • Los océanos
  • Las termitas
  • Los sedimentos
  • Los volcanes o los incendios forestales

Además, el suelo permanentemente congelado de las regiones cercanas a los polos (conocido como ‘permafrost’) aloja una cantidad de gas metano equivalente al doble del que hay en la atmósfera, y si las temperaturas siguen subiendo y el permafrost empieza a descongelarse, como ya está sucediendo, podría liberar este gas metano. Eso subiría las temperaturas, provocando más descongelación y nuevas emisiones de metano.

Otra de las principales fuentes de emisiones de gas metano es la extracción de combustibles fósiles, como la extracción de petróleo y carbón que al realizarse el proceso libera una gran cantidad de metano.

La extracción de carbón, especialmente mediante técnicas de minería subterránea, es otra fuente crítica de emisiones de metano. Este proceso libera el gas metano que estaba previamente atrapado en los yacimientos de carbón, contribuyendo de manera significativa a las emisiones globales.

Por otra parte, las fugas a lo largo de la cadena de producción y suministro de combustibles fósiles representan un desafío considerable, tanto desde una perspectiva ambiental como económica. La detección y reparación de estas fugas, junto con la modernización de las infraestructuras, son pasos esenciales para mitigar el impacto.

En este punto, cabe destacar que las tecnologías emergentes, como la detección remota de metano y las innovaciones en almacenamiento y transporte, ofrecen esperanza para reducir la huella de metano en este sector.

Al contexto anterior se suman las emisiones de metano producidas por el ganado, que suponen el 32% de las causadas por humanos, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Las vacas, los cerdos, las ovejas o las cabras producen CH4 al realizar la digestión. María Dolores Carro Travieso, catedrática de Producción Animal de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), explica en The Conversation que el metano entérico producido por un rumiante está relacionado con la cantidad de alimento ingerido.

El gas metano también se genera en los vertederos a medida que se descomponen los desechos y en el tratamiento de aguas residuales domésticas e industriales. Varias investigaciones analizan estas emisiones y algunos satélites también han detectado cómo múltiples vertederos de todo el mundo liberan grandes cantidades de gas metano.

La liberación de todo este gas a la atmósfera podría suponer un grave problema ambiental. Aunque, existe la posibilidad de capturar gran parte del gas metano procedente de vertederos antes de que salga a la atmósfera y darle un segundo uso para generar energía.

Aunque es relativamente fácil medir la cantidad de metano en la atmósfera, es más difícil determinar de dónde proviene. Los científicos de la NASA están utilizando varios métodos para rastrear las emisiones de metano.

Una herramienta que utiliza la NASA es el Airborne Visible Infraed Imaging Spectrometer – Next Generation (Espectrómetro de Imágenes Infrarrojas Visibles Aerotransportado de Próxima Generación), o AVIRIS-NG. Este instrumento, que se monta en aviones de investigación, mide la luz que se refleja en la superficie terrestre. El metano absorbe parte de esta luz reflejada. Midiendo las longitudes de onda exactas de la luz absorbida, el instrumento AVIRIS-NG puede determinar la cantidad de gases de efecto invernadero presente.

La NASA añadió el instrumento Earth Surface Mineral Dust Source Investigation (Investigación de fuentes de polvo mineral en la superficie terrestre) o EMIT a la Estación Espacial Internacional en 2022. Aunque se construyó principalmente para estudiar tormentas de polvo y sus fuentes, los investigadores descubrieron que también podía detectar grandes fuentes de metano, conocidas como “super emisores”.

El Ártico es una fuente de metano natural procedente de humedales, lagos y el permafrost que se está descongelando. Aunque un clima más cálido podría cambiar estas emisiones, los científicos no creen que esto provoque un aumento significativo. Con este fin, el NASA’s Arctic Boreal and Vulnerability Experiment, or ABoVE (Experimento del Ártico Boreal y Vulnerabilidad, o ABoVE, de la NASA), ha estado midiendo el metano que proviene de fuentes naturales como el permafrost que se descongela en Alaska y Canadá.

Como se ha mencionado en líneas anteriores, el metano es un gas de efecto invernadero, lo que significa que contribuye al calentamiento global. Por esta razón, también es importante controlar y manejar adecuadamente las emisiones de metano para reducir su impacto en el medio ambiente.

El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite mantener la temperatura del planeta en un nivel habitable, gracias a la presencia de ciertos gases en la atmósfera que atrapan el calor del sol. El metano contribuye significativamente a este fenómeno, situándose después del vapor de agua y el dióxido de carbono (CO2) en términos de importancia y capacidad para retener calor en la troposfera, la capa inferior de la atmósfera.

“El CH4, después del vapor de agua y el dióxido de carbono (CO2), es uno de los gases de efecto invernadero más potentes que existen en la troposfera (la capa inferior de la atmósfera) y el segundo más importante y dañino”, explica Alejandra Paola Matus, científica ambiental especializada en sustentabilidad y cambio climático.

El tiempo de vida del gas metano en la atmósfera es mucho más corto que el del dióxido de carbono. Mientras que el CO2 puede permanecer en ella durante miles de años, el CH4 desaparece en unos 10 o 15 años, según la Comisión Europea.

Pese a ello, varios estudios indican que el gas metano es más eficiente para atrapar la radiación que el dióxido de carbono. “El impacto comparativo del CH4 es 25 veces mayor que el del CO2 durante un período de 100 años”, afirman desde la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de EEUU.

Como hemos visto, las emisiones de gas metano son una preocupación creciente debido a su potente efecto invernadero. De hecho, según una investigación publicada en Earth Science Reviews, las actividades humanas desde la década de 1700 han duplicado con creces las emisiones de gas metano, contribuyendo significativamente al calentamiento global.

Actualmente, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) calcula que entre el 50% y el 65% de todas las emisiones de metano son resultado de actividades humanas. Estas actividades incluyen sectores como la producción de energía, la industria, la utilización del suelo, el manejo de residuos y la agricultura, especialmente la cría de ganado.

Por lo tanto, el aumento en los niveles de gas metano (CH4) representa una problemática ambiental de gran magnitud en la lucha contra el cambio climático. A pesar de su menor permanencia en la atmósfera en comparación con el dióxido de carbono (CO2), su capacidad para atrapar radiación es significativamente mayor. Esto lo convierte en un actor clave en el calentamiento global.

De ahí que la reducción de las emisiones de metano es una tarea urgente y necesaria. Es vital implementar políticas y tecnologías que apunten a la disminución de emisiones en la extracción y gestión de combustibles fósiles, así como en la agricultura y gestión de residuos. Asimismo, es fundamental promover la investigación y el desarrollo de alternativas sostenibles que permitan un manejo más eficiente de este gas, tanto en su captura como en su reutilización como fuente de energía, especialmente en lo que respecta a los vertederos.

Por tanto, debemos de controlar y manejar adecuadamente las emisiones de metano, puesto que sus emisiones provocan diversos efectos en el medio ambiente, es decir, que el metano tiene un impacto negativo en los ecosistemas terrestres, ya que al ser liberado en grandes cantidades, debido a actividades humanas como la agricultura y la extracción de combustibles fósiles, contribuye al calentamiento global al atrapar el calor en la atmósfera. Entonces, tiene un impacto directo en los ecosistemas terrestres, causando cambios en los patrones de precipitación, alterando los ciclos naturales de nutrientes del suelo y afectando la biodiversidad. Además, el aumento de las temperaturas puede provocar la descomposición acelerada de la materia orgánica, lo que a su vez conduce a una mayor liberación de metano, creando un ciclo perjudicial que exacerba el problema. El desequilibrio en los ecosistemas terrestres tiene efectos devastadores en la flora y fauna, ya que este mata a los árboles y plantas, alterando los hábitats naturales y poniendo en peligro la supervivencia de numerosas especies. La acidificación del suelo y la disminución de la calidad del aire también son consecuencias directas del aumento de metano en la atmósfera, lo que pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar este problema de manera integral. El calentamiento global es incontrolable e impredecible en sus efectos, puesto que está generando alteraciones en la fisiología de las plantas, cambios en la fenología, productividad y calidad de cosechas en muchas especies.

El incremento de concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3), no solo han incrementado la temperatura promedio del planeta, sino que han intensificado fenómenos hídricos como el Niño y la Niña (que causan devastaciones por sequias e inundaciones), y están causando alteraciones en los mecanismos de adaptación en las plantas, en el crecimiento y el desarrollo de las especies cultivadas. Estos eventos se ven con mayor frecuencia e intensidad año tras año, derivados de la variación del clima global. Literatura científica reciente muestra cómo el incremento o la variación extrema de la temperatura puede afectar procesos fisiológicos como la fotosíntesis.

Sullivan & Koski (2021) científicos, pudieron correlacionar diferencias en el color floral a base de antocianinas con el cambio climático, estudiando las descripciones de color de las flores de más de 1.900 registros de herbario que representan 12 especies de América del Norte, que abarcan más de 124 años: hallaron que en algunas especies el tono de algunas se oscureció, mientras que el de otras se hizo más claro, encontrando, en la pigmentación de las plantas, una asociación negativa con la temperatura  y positiva con el déficit de presión de vapor (una medida de aridez) en todas las especies; y concluyendo que: “es posible que los cambios inducidos por el clima en la pigmentación afecten directamente el rendimiento reproductivo y fisiológico de las plantas” , pues la coloración de las flores, derivada de los polimorfismos de las antocianinas, afectan las interacciones entre plantas y animales (como los polinizadores), afectando su desempeño reproductivo bajo estrés abiótico. Investigaciones realizadas por M. Koski y colaboradores (2020), encontraron que las plantas varían su color para protegerse del cambio climático. Los cambios (que dependían en gran medida de la forma y la estructura de la planta) son imperceptibles al ojo humano.

La pigmentación también afecta la termorregulación floral, lo que sugiere que el cambio climático (calentamiento y horas luz de exposición) también pueden afectar la pigmentación. En este estudio 1,238 especímenes de herbario recolectados entre 1941 y 2017 fueron usados para probar si el cambio en la pigmentación floral estaba asociado con alteraciones en el ozono y la temperatura.

Un estudio realizado por March y colaboradores (2019) reporta adelanto en la floración de las plantas asociado al cambio climático, principalmente por precipitaciones cada vez menos predecibles.

Los efectos del cambio climático en fenómenos del Niño y la Niña, con bajas y altas luminosidades, ha tenido varias consecuencias como amarillamientos generalizados, cambios en la textura y grosor del follaje o disminución de la tasa fotosintética, e incertidumbre en la proyección de las fechas de pico de producción y repique con alteraciones que muchas veces causan valiosas pérdidas.

Así mismo la forma en que reaccionan las plantas y, en especial, las flores, a los diferentes manejos culturales y químicos realizados en las fincas productoras, como las podas, la fertilización edáfica y foliar, la bioestimulación y activación hormonal, el uso continuo de plaguicidas, entre otros, son elementos que van sumando en el ya complejo manejo agronómico y cultural de las fincas y que ponen al máximo las exigencias en las capacidades y conocimientos de los asesores y asistentes técnicos y de personal de apoyo y operativo para evitar las alteraciones y efectos deletéreos que puedan ocurrir como consecuencia de todos los cambios que se avecinan con el cambio climático.

Aunado a lo anterior, las emisiones de CH4 a parte de tener un impacto negativo en las plantas, éste también tiene un impacto en la salud:

  • Salud humana.
  • Efectos a corto plazo del gas metano sobre la salud. Las emisiones de gas metano, al favorecer la formación de ozono troposférico, fomentan que las vías respiratorias se irriten, así como congestión ocular y nasal. Respirar en ambientes con alto nivel de ozono potencia el desarrollo de enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis. Asimismo, puede acelerar el desarrollo de enfermedades respiratorias previas y favorecer que cualquier persona sienta una mayor dificultad para respirar al aire libre, incluso sin estar realizando una actividad física.
  • Efectos a largo plazo del gas metano para la salud. Con el tiempo, la exposición prolongada a ambientes con alto nivel de ozono troposférico, generado gracias a la presencia en la atmósfera de gas metano, aumenta la incidencia y el riesgo de padecer enfermedades pulmonares crónicas como el enfisema y la obstrucción pulmonar crónica (EPOC). También se ha comprobado que el incremento de ataques de corazón y accidentes cardiovasculares está relacionado con respirar contaminantes atmosféricos derivados de la presencia de gas metano.

Y de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, se calcula que los hogares generan el 65% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y aunque estas estimaciones pueden variar bastante, nuestros hogares son uno de los principales impulsores del cambio climático, lo cual nos lleva a buscar alternativas para ayudar a combatir el cambio climático o no aportar a él desde nuestras trincheras.

  1. Cambiar a un suministro eléctrico renovable y libre de carbono. Puedes comenzar por llamar a tu compañía eléctrica y preguntar si cuentan con una opción renovable, también puedes hacer a través de un proyecto solar comunitario. Recuerda que para evitar una catástrofe climática y mantener un clima habitable, tenemos que abandonar lo antes posible la quema de combustibles fósiles.
  1. Reducir el desperdicio de alimentos. Reflexionar sobre la situación del hogar y luego tratar de abordar estos factores, algunas de las mejores estrategias para reducir el despilfarro son planificar las comidas, evitar comprar productos perecederos a granel y aprovechar al máximo el congelador cuando se tiene mucha cantidad de alimento.
  1. Uso de compostas. Si enviamos los restos de comida al vertedero es posible que generen metano, pero si se compactan adecuadamente llegan a ofrecer distintas ventajas medioambientales. El compostaje puede ayudar a reducir las emisiones asociadas a la eliminación de residuos y a crear un suelo mas sano.
  1. Cuidar animales más sanos. Los animales más sanos son más productivos, por lo que los ganaderos pueden reducir las emisiones al tiempo que limitan el número de animales de su rebaño.
  1. Replantearse los envases y productos desechables. El plástico de un solo uso no solo es una fuente de contaminación del agua y una fuente enorme de los que se envía a los vertederos, sino que también va a acompañado de una gran huella de carbono. La industria del plástico es en realidad una rama de la industria de los combustibles fósiles, ya que la mayor parte del plástico se fabrica a partir de subproductos del petróleo y el gas.  Para evitar el plástico desechable siempre que sea posible hay muchas maneras, por ejemplo, en lugar de hacer uso de utensilios y vasos de usar y tirar.
  1. Secar la ropa al aire libre. No hacer uso de la secadora beneficia al clima en más de un nivel. En primer lugar, al secar la ropa al aire libre ahorramos la energía que habría consumido la máquina, sobre todo si se tiene una secadora que funcione con metano.
  1. Considerar hacer uso de la energía solar. Otro cambio con un gran impacto, es la instalación de energía solar en el techo. Puedes comenzar usando una herramienta de mapas solares para ver si tu casa recibe suficiente sol como para colocar los paneles. Si las perspectivas son buenas, puedes elegir entre varias opciones de financiamiento, desde acuerdos de compra de energía hasta prestamos solares o la compra directa de los paneles.
  1. Limpie o sustituya los filtros de aire de calefacción y refrigeración. Un filtro sucio puede hacer que el aire acondicionado y otros equipos de calefacción, ventilación y aire condicionadlo trabajen más y por lo tanto, consuman más energía. Si limpiamos el filtro todos los meses y lo sustituimos periódicamente, además de reducir el consumo de energía, tendremos un funcionamiento más eficiente.
  1. Gestión de residuos. La gestión de los residuos es una fuente significativa de emisiones de metano debido a la descomposición anaeróbica de materiales orgánicos que se produce en los vertederos y la gestión inadecuada de las aguas residuales. Reducir estas emisiones requiere la adopción de prácticas avanzadas que promuevan la captura, reutilización y minimización de residuos orgánicos.

Por otro lado, los biodigestores se proponen como una tecnología que hace posible dar una segunda oportunidad a la materia orgánica para generar energía renovable así como fertilizantes naturales. El funcionamiento de estos se basa en la acción de microorganismos, especialmente bacterias, que descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno.

Un biodigestor es un sistema que permite la descomposición anaeróbica de materia orgánica como los residuos vegetales, el estiércol animal, los alimentos que no han sido consumidos y otros desechos orgánicos.

El fin del biodigestor es producir biogás y fertilizantes naturales. El biogás es un combustible de origen natural que tiene muchas aplicaciones y que, aunque no sea una fuente renovable y limpia, pues es una fuente de energía no renovable, es más respetuoso con el medio ambiente que los denominados combustibles fósiles ,este consiste en una mezcla de gases en la que principalmente predomina el metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), así como otro gases como el sulfuro de hidrógeno (H2S). Este biogás puede utilizarse para cocinar, generar electricidad o como combustible para vehículos. Uno de los combustibles que cada vez está más presente en multitud de hogares e infraestructuras, como servicios de transporte, es el biogás, Además de la producción de biogás, el biodigestor también produce un subproducto líquido llamado digestato, que al ser rico en nutrientes puede utilizarse como fertilizante natural en la agricultura.

En este apartado acudimos a la biblioteca para realizar una investigación documental, en donde revisamos documentos impresos, como libros, revistas y materiales digitales para la elaboración de nuestro proyecto, los cuales nos ayudaron a recolectar, recopilar y seleccionar información sobre el metano, las plantas, el cambio climático, el efecto invernadero, entre otras cosas, documentos que están mencionados en el apartado de bibliografía.

Además, en este apartado realizaremos el procedimiento, en donde mostraremos cómo hicimos nuestro experimento para que el resultado sea el esperado.

Materiales:

Para este experimento utilizamos:

  • 2 peceras de 8 l.
  • 4 papeles filtro.
  • 2 plantas pequeñas de hojas verdes.
  • Desechos orgánicos e inorgánicos.
  • Cinta adhesiva.
  • Hule para cubrir la pecera.
  • 1 popote.
  • 1 mortero.
  • 1 globo

 PROCEDIMIENTO

Paso 1.

Sacar de una de las macetas la primer planta y colocarla dentro de una de las peceras con poca tierra.

Paso 2.

Sellar la primer pecera con 2 papeles filtros con cinta adhesiva (no debe quedar ningún agujero)

Paso 3.

Sacar de la segunda maceta la planta y colocarla en la segunda pecera con menos tierra.

Paso 4.

En un mortero colocar los desechos orgánicos y molerlo hasta que no queden pedazos muy grandes ya que al ser molidos estos se descomponen más rápido.

Paso 5.

Colocar los desechos inorgánicos en la pecera y posteriormente colocar los desechos orgánicos ya molidos.

Paso 6.

En el hule cortar un agujero del tamaño del popote en el centro, lo más exacto posible.

Paso 7.

En un extremo del popote colocar el globo y pegarlo con cinta sin dejar ningún agujero.

Paso 8.

Pegar con la cinta el hule en la pecera sin dejar un agujero donde entre el oxígeno.

Paso 9.

Pegar el popote con el globo en el agujero en el hule pero sin dejar que toque los desechos de adentro.

Paso 10.

Tomar una foto de las 2 peceras al inicio del experimento.

Paso 11.

Esperar de 2 a 3 semanas y comparar las 2 peceras y luego compararlas con la fotografía del comienzo.

Nota: Es normal que le salga agua a la segunda pecera ya que es lo que sucede durante la descomposición.

En la primer semana las hojas de la planta en la segunda pecera empezaron a marchitarse mientras que en la 1 pecera la planta seguía igual de verde y sin ningún cambio ,luego de 2 semanas a la planta con los desechos le empezaron a crecer varias plantas un poco más pequeñas y nos  percatamos que se encontraban varios agujeros en el hule así que lo tuvimos que cambiar y a las 3 semanas la planta ya de la segunda pecera estaba marchita y parecía que parte de la planta se estaba quemando ya que el color era muy oscuro, al finalizar las 3 semanas obtuvimos en la pecera 1 una planta saludable, verde, y en buen estado que pareciera recién plantada, en cambio en la de la segunda pecera la planta estaba seca, desnutrida, con un color café muy oscuro y olía a pescado echado a perder, el globo de la pecera estaba inflado ya que el metano creado por los desechos subió e infló el globo y al final el proyecto si funcionó.

El metano (CH4) es un gas inodoro, incoloro e insípido, más ligero que el aire, con efecto invernadero. El metano es un gas esencial en la Tierra que se halla tanto en la atmósfera terrestre como en medios acuáticos y bajo tierra, sin embargo, este gas provoca el 25% de la contaminación del planeta.

El CH4 se puede mantener en la atmósfera de 10 a 15 años, pero el aumento en los niveles de CH4 son un problema ante la lucha contra el cambio climático. A pesar de su menor permanencia en la atmósfera en comparación al CO2, su capacidad para atrapar radiación es mayor.

La formación del metano en la naturaleza se produce a través de la descomposición anaeróbica de materia orgánica, proceso que se desarrolla con los residuos de producción humana, en humedales, como pantanos y lagos y en los sedimentos marinos de los océanos, y en los intestinos de los animales rumiantes, así como desde su estiércol. Este proceso genera lo que se conoce como metano natural, pero se estima que el 60% de estas emisiones son de actividades humanas, como como la agricultura, la ganadería, la producción de energía, la extracción de petróleo y carbón, y la gestión de residuos.

El metano tiene un impacto directo en los ecosistemas, causando cambios en los patrones de precipitación, alterando los ciclos naturales de nutrientes del suelo y afectando la biodiversidad, teniendo como consecuencias efectos devastadores en la flora y fauna, ya que genera alteraciones en la fisiología de las plantas e incluso mata a los árboles y plantas.

Los vertederos y tratamiento de residuos son una de las mayores fuentes antropogénicas de emisiones de CH₄ debido a la descomposición de materia orgánica en condiciones anaeróbicas que en ellos tiene lugar. Sin embargo, mediante la implementación de sistemas de captura de biogás, el compostaje, la digestión anaeróbica y la reducción de residuos, es posible mitigar estas emisiones y aprovechar el metano como una fuente de energía renovable, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.

Las personas también pueden contribuir a reducir este gas siguiendo varias estrategias como las siguientes:

-Reduce el desperdicio de alimentos en tu hogar.

-Separa los residuos: lo orgánico, lo reciclable y lo que no se puede aprovechar.

-Puedes hacer composta con los residuos orgánicos de manera que puedan ser aprovechados como abono.

-Aminora el uso de plásticos, recíclalos adecuadamente y llévalos a sitios especializados junto con materiales como el cartón, vidrio o papel.

Estas son algunas de las soluciones que podemos hacer en nuestra vida diaria para reducir este gas y el cambio climático

Con este proyecto logramos demostrar el impacto que el metano provoca en las plantas, y que aunque los desechos orgánicos sirven como composta y tiene muchos beneficios hacia las plantas este gas también tiene varias afectaciones negativas en estas, asimismo, logramos concientizar a las personas a reciclar y separar sus desechos a la vez a cuidar el planeta.

La tarea es ardua, pero esencial para preservar el equilibrio climático de nuestro planeta y garantizar un futuro viable para las próximas generaciones.

  • Graham, Química Orgánica, México: Limusa Wiley 
  • Ambrosio, T. (2014). Todo lo que necesitas saber sobre el cambio climático, Buenos Aire, Paidós
  • Tamames, R. (2015) Frente al apocalipsis del clima, Paris, Profit
  • (18 de octubre 24). Nasa.climate.nasa.gov/metano 
  • Ambiental, I. (24/10/24). Innova, ambiental-innova, com.pe/cómo-funciona-un-relleno-sanitario /.
  • Alcázar, A. (22/03/25). 10 cosas que podemos hacer en casa (para reducir el metano), Ecoosfera; ecoosfera.com/medio-ambiente/ecoo-tips/como-reducir-el-metano)
  • Orozco, L. (22/03/25). ¿Qué es el metano? ¿Cuál es su impacto en el medio ambiente?, Orozco Lab; orozcolab.info/que-es-el-metano-cual-es-su-impacto-en-el-medio-ambiente