El presente trabajo de investigación pretende mostrar el beneficio de los shampoos y jabones sólidos, una manera más amigable con el medio ambiente y con nuestro cuerpo, sin residuos de plástico y que además son biodegradables, por lo que no dejamos una huella ambiental.
Una vez que los plásticos se han utilizado se convierten en residuos que forman parte de los residuos sólidos generados en grandes cantidades, estos residuos originan problemas de contaminación del agua, aire y suelo que impactan directamente al ambiente y a la salud. En la actualidad es difícil prescindir de los plásticos, no solo por su utilidad sino también por la importancia económica que tienen.
LOS PRINCIPALES HITOS HISTÓRICOS RELACIONADOS CON EL JABÓN
Cuenta la leyenda que el jabón fue descubierto accidentalmente en Roma por las mujeres que lavaban su ropa en las aguas del río Tíber, a los pies del monte Sapo. Una sustancia que bajaba mezclada con las aguas del río hacía que tanto sus manos como las ropas que lavaban, quedaran mucho más limpias. En la cima del monte Sapo se efectuaban sacrificios de animales a los Dioses, la grasa animal, mezclada con las cenizas de las incineraciones eran arrastradas monte abajo por las lluvias y se mezclaban con otros materiales que componían el suelo arcilloso. Esta sustancia compuesta por ácidos grasos (grasa animal) e hidróxido de potasio (ceniza y agua) dan lugar al jabón. El proceso químico, que da lugar al jabón se denomina SAPONIFICACION, es muy probable que el origen de esta palabra venga justo de ahí, del MONTE SAPO, igual que la palabra SAPONE (jabón en italiano).
Hay quien asegura que los cruzados introdujeron en el siglo XI el jabón en Europa Central desde Alepo. Los fenicios tuvieron tratos comerciales con Europa antes de los tiempos romanos, así que seguramente este tipo de jabón habría llegado mucho antes a las ciudades costeras como Nápoles, Marsella, Cartagena o Cádiz. Lo cierto es que en la Baja Edad Media no se utilizó mucho el jabón, y debido a la falta de higiene se originaron grandes epidemias que diezmaron a la población, como la peste negra del siglo XIV.
El monopolio del jabón de Sevilla, ostentado por los marqueses de Tarifa en el siglo XVI, fue ampliado hasta América después de la conquista. En este mismo siglo ya se exportaba este sapo hispaniensis o sapo castilliensis al Reino Unido a través de Amberes.
EL JABÓN A PARTIR DEL SIGLO XIX
Diversos químicos franceses aportaron importantes avances a la industria jabonera, descubriendo y desarrollando fórmulas para la obtención de sosa a base de sal común, o describiendo al detalle el proceso de la saponificación. A demás, los hallazgos de Luis Pasteur demostraron que el aseo personal reduce la expansión de enfermedades. Todo esto permitió importantes avances y la profesionalización de la fabricación y expansión de jabón.
A mediados del siglo XIX llegaron de nuevo grandes cambios, entre ellos la primera lavadora mecánica. Era como una bañera cerrada con agitadores de madera, lo que permitía una mejor postura, no tener las manos siempre mojadas y ahorrar tiempo en el lavado.
EL JABÓN COMO ARTICULO DE NECESIDAD
Los descubrimientos científicos, junto con el desarrollo de la energía para operar las fábricas, hicieron de la manufactura del jabón una industria importante. La amplia disponibilidad del jabón hizo que pasara de ser un artículo de lujo a una necesidad diaria. Al generalizarse su uso, vino el desarrollo de jabones más suaves para el baño y el aseo personal y otros para usarse en las primeras lavadoras de ropa. Los primeros detergentes aparecieron en 1916 en Alemania, pero realmente no despegaron hasta la Segunda Guerra Mundial.
En este periodo había escasez de grasas animales y vegetales, fundamentales para la fabricación del jabón, y por ello se empezaron a utilizar otros ingredientes químicos que resultaban mucho más económicos y fáciles de manipular. Durante la II Guerra Mundial los americanos desarrollaron un tipo de jabón que podía utilizarse en los marines destinados en el Pacifico: así nació el jabón dermatológico, el menos agresivo de todos los jabones.
EL JABÓN SINTÉTICO
A partir de 1950 los productos de jabón fueron gradualmente sustituidos por detergentes sintéticos. Se trata de productos no jabonosos para lavar la ropa que son “sintetizados” o mezclados químicamente a partir de una variedad de materias primas. Esta combinación funcionaba muy bien porque eliminaba bien las manchas, y los detergentes se convirtieron entonces en un producto común en todos los hogares, superando las ventas del jabón tradicional que prácticamente se había quedado reducido al jabón en pastillas y en escamas.
IMPACTO AMBIENTAL
Pero todo ese desarrollo de productos químicos despertó también la preocupación por sus efectos en el medio ambiente. Aparecieron las primeras plantas de tratamiento de aguas y una mayor conciencia medioambiental puso en entredicho al utilizar aguas con restos de detergentes; contaminación en la vida acuática; la inclusión de algunos compuestos químicos dañinos de los detergentes, como los fosfatos, y animó el desarrollo de los ingredientes biodegradables, que se eliminan con facilidad y pueden ser asimilados por algunas bacterias. Hoy en día todavía se sigue luchando para evitar los problemas ocasionados por el desecho desmedido de los detergentes: espumas, que dificultan la dilución de oxígeno en el agua; toxicidad en la agricultura y la eutrofización, que hace que proliferen muchas algas, produciendo una notable disminución del oxígeno necesario para la fauna acuática. Diversos avances se han logrado ya al respecto, pero todavía queda mucho por hacer para que todas las empresas fabricantes de detergentes sean conscientes y cambien sus prioridades hacia la utilización de una química más verde que recupere a la esencia de los primeros limpiadores más naturales.
Los jabones artesanales Orgánicos mantienen los siguientes puntos como beneficios al medio ambiente:
Al ser sólidos, no necesitan empaque de ningún tipo, por lo que el impacto ambiental se reduce notablemente en cuanto a contaminación por desperdicios.
Primero que nada, la duración. Un cosmético sólido como un champú, te puede durar mucho más tiempo que su versión en botella, ya que aplicas el producto directamente en tu cabello sin que haya riesgo de derrame. Una barra de champú sólido de 100 gramos te puede hasta 4 meses dependiendo del uso que se le dé.
Otra de las características de la cosmética sólida es que la cantidad de agua que contiene es mucho menor a la de los cosméticos convencionales o en envase. En este tipo de productos, la caducidad es mucho mayor y en algunos casos no se requiere de conservadores. Un producto puede durar mucho tiempo sin conservador.
Otro de los beneficios es su practicidad al aplicarse en el cuerpo o cabello. Por ejemplo, una barra de masaje solamente lo deslizas por tu piel y rápidamente se funde en ella dejándola súper hidratada y que, si analizamos la duración/precio de un cosmético sólido frente a un cosmético en envase, la diferencia es muy grande.
En el caso del champú sólido, este está elaborado con tensioactivos para champú, aprobados para su uso en cosmética natural, como los derivados del coco. A diferencia de un jabón corporal, este último está elaborado con hidróxido de sodio o sosa caustica. Esta diferencia es muy importante al momento de comprar un champú sólido, por eso es importante leer los ingredientes y saber qué es lo que estamos comprando. La mayoría son 100% libres de parabenos, sulfatos y siliconas. Con ingredientes que vienen de la naturaleza, nos aportan sus propiedades y se reintegran a ella sin problema.
Libres de crueldad animal, con ingredientes aprobados para cosmética natural y sin dañar el habitad de ningún otro ser vivo.
Son hechos a mano artesanalmente y localmente en nuestro país, con precios justos que contribuyen a la cartera de todos.
Es importante empezar a cuestionar nuestras prácticas de consumo y encontrar maneras amigables de consumir. Buscar aquellas marcas que promueven el comercio justo, que no utilicen empaques plásticos.
El reto no está solamente en los cosméticos, sino aplicar la filosofía de cero envases y cero plásticos a todas nuestras prácticas.
Es necesario dejar de producir basura.
Dar a conocer los elementos y componentes para la elaboración de los jabones artesanales.
¿Por qué te interesa elaborar jabones y shampoos artesanales?
Las dimensiones que podemos alcanzar con el dejar de usar plásticos utilizando jabones y shampoos solidos sin necesidad de plásticos donde almacenarlos proporcionara ayudar al ambiente a luchas contra la irremediable y grave contaminación causada por estos residuos.
Si, damos a conocer el proceso y beneficios de elaborar jabones y shampoos artesanales, entonces, podremos contribuir a ayudar a las personas para cuidar el medio ambiente.
Si los jabones y shampoos artesanales son almacenados sin necesidad de plásticos entonces puede ayudar a mejorar al medio ambiente. Al igual que si los jabones y shampoos fueran realizados con aceites vegetales, extractos de plantas y deshidratados tenemos un impacto ambiental muy bajo además de que ahorraríamos mucha agua.
Se buscó información para integrar en el documento los antecedentes y algunas referencias bibliográficas para poder hacer trabajo de campo.
Para hacer el jabón de moringa
Materiales
Procedimiento
Para realizar el shampoo cabello normal
Materiales
Procedimiento
Esperamos que este proyecto genere conciencia en la gente y cambie de hábitos, por un mejor medio ambiente y aprovechar lo que nuestra propia naturaleza nos brinda.
Taller de plantas medicinales