Equipo [Comer bien, vivir bien] Ethan Gael Sabas Vicente [2° Puma], Lourdes Angeline Roldan Marquez[2° Puma], Mateo Noriega Martinez [2° Puma], Regina Montserrat Leal Mendoza[2° Puma]
Comer bien, vivir bien” se enfoca en comprender la relación entre la calidad de la alimentación infantil y diversos aspectos de la salud, incluyendo el crecimiento físico, la salud mental y el rendimiento académico. Por lo que se abarca desde identificar patrones alimenticios comunes en niños y su impacto en su desarrollo, hasta analizar la percepción y conocimientos de los padres sobre una alimentación balanceada para sus hijos. Además, se propone diseñar una receta de algún alimento equilibrado y saludable para los niños de primaria. Por lo que la justificación del proyecto radica en la importancia fundamental de la alimentación en el desarrollo y bienestar de los niños, con evidencia respaldada por investigaciones previas que destacan el impacto de una dieta equilibrada y saludable en la prevención de enfermedades crónicas y el desarrollo óptimo. Además, se destaca el papel crucial de los padres en la formación de los hábitos alimenticios de sus hijos, subrayando la necesidad de concientizar a la comunidad sobre la importancia de una alimentación adecuada, así como la urgencia del tema en el contexto de la epidemia de obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta, con especial atención a la situación en México, donde la obesidad infantil es un problema significativo.Enfatizando que la alimentación no solo afecta la salud física, sino también el rendimiento académico y la salud mental de los niños, basándose en diferentes elementos como lo es una entrevista a un especialista, encuestas a la población involucrada, así como recolección bibliográfica en diversos textos informativos.
Es de suma relevancia y actualidad en el contexto de la epidemia de obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta.
En muchos países, la obesidad infantil y las enfermedades relacionadas con la dieta, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, están en aumento. Particularmente México ocupa el primer país con obesidad infantil a nivel mundial, estos problemas de salud están estrechamente vinculados a una alimentación deficiente, caracterizada por el consumo excesivo de alimentos procesados, altos en grasas saturadas, azúcares y sodio, y la falta de alimentos frescos y nutritivos
Se reconoce que una alimentación saludable es crucial para cubrir nuestras necesidades nutricionales y mantener un buen estado de salud. Sin embargo, los cambios en los patrones alimenticios, como el aumento del consumo de calorías y la disminución de la actividad física, han contribuido al aumento del sobrepeso y la obesidad en muchos países, incluyendo México.
Las dietas poco saludables y la falta de actividad física son factores de riesgo importantes para enfermedades crónicas. Es esencial promover hábitos alimenticios saludables desde la infancia, ya que esto puede reducir el riesgo de enfermedades en etapas posteriores de la vida. Una alimentación variada, equilibrada y adecuada, adaptada a las necesidades individuales y culturales, es clave para mantener la salud y prevenir enfermedades.
La mala nutrición puede tener efectos nocivos, como el sobrepeso, la obesidad, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. Además, la alimentación también influye en la salud mental, pudiendo contribuir al desarrollo de trastornos como la depresión y la ansiedad.
Para fomentar una alimentación saludable, es importante establecer hábitos como comer en familia, ofrecer una variedad de alimentos saludables, dar ejemplo con una dieta nutritiva, evitar las peleas por la comida e involucrar a los niños en el proceso. Abastecerse de alimentos saludables en casa y limitar el acceso a alimentos poco nutritivos también es clave.
Dando un buen ejemplo y fomentando la autonomía en la elección de alimentos, los padres pueden influir positivamente en los hábitos alimenticios de sus hijos. Involucrar a los niños en la selección y preparación de alimentos, enseñarles a leer etiquetas nutricionales y promover decisiones saludables en los almuerzos escolares son estrategias efectivas para promover una alimentación saludable desde temprana edad.
La nutrición para niños se basa en los mismos principios que para los adultos, pero con consideraciones específicas según la edad y nivel de actividad física. Una dieta óptima para el crecimiento y desarrollo infantil debe ser rica en nutrientes y baja en azúcares, grasas saturadas y sodio.
Se recomienda incluir en la dieta de los niños alimentos ricos en nutrientes como proteínas magras, frutas, verduras, granos integrales y lácteos bajos en grasa. Es importante limitar el consumo de calorías provenientes de azúcares agregados, grasas saturadas y sal.
Algunas sugerencias para una alimentación saludable incluyen:
-Proteínas: Mariscos, carnes magras, huevos, legumbres, productos de soja, frutos secos y semillas sin sal.
– Frutas: Frescas, enlatadas (en su propio jugo o almíbar liviano), congeladas o secas. Evitarlas con alto contenido de azúcares agregados.
– Verduras: Variedad de opciones frescas, enlatadas, congeladas o secas, prefiriendo aquellas con bajo contenido de sodio.
– Granos integrales: Fideos o pan integral, avena, quinoa, arroz integral.
– Lácteos: Productos desnatados o bajos en grasa como leche, yogur o queso. También se pueden incluir bebidas de soja fortificadas.
El “Escudo de la Salud”, una clasificación de alimentos basada en el conocimiento científico actual sobre sus efectos en la salud humana. Destaca la importancia de elegir alimentos que promuevan la salud y sugiere preferir aquellos que sean beneficiosos sobre los que no lo son.
1.Verduras y Frutas: Deben constituir la base de la alimentación debido a su bajo contenido calórico, pero alto en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Se recomienda consumir dos porciones en cada comida, dando preferencia a las de colores amarillos y rojos.
2. Semillas integrales y sus productos: Incluyen cereales poco pulidos, leguminosas y oleaginosas. Se sugiere combinarlos con productos de cereales integrales para potenciar su valor nutricional.
3.Productos de origen animal: Aunque importantes, se deben consumir con moderación debido a su concentración de energía y grasas saturadas. Se recomienda optar por opciones menos grasosas como pescado, aves sin piel y lácteos descremados, y evitar freírlos.
4.Bebidas: Se desaconseja el consumo de refrescos azucarados y alcohol en exceso. Se sugiere satisfacer la sed con agua y consumir bebidas como jugos de frutas de buena calidad o leche descremada en cantidades moderadas.
Se debe limitar el consumo de azúcares agregados, grasas saturadas y sal, presentes en alimentos como refrescos, carnes grasas, lácteos enteros, postres, snacks y alimentos procesados. Es importante leer las etiquetas nutricionales para evitar estos ingredientes en exceso.
Para los niños, se enfatiza la necesidad de consumir alimentos como frutas, verduras, productos lácteos bajos en grasa, proteínas magras y granos integrales, mientras se limita la ingesta de alimentos procesados con alto contenido de azúcares agregados, grasas saturadas y sal.
Fomentar el consumo de frutas, verduras y refrigerios saludables entre comidas, así como reemplazar las grasas saturadas con aceites vegetales y de frutos secos al cocinar, son estrategias adicionales para promover una alimentación balanceada y saludable en los niños.
Los padres y cuidadores desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de hábitos de vida saludables en los niños. Practicar juntos hábitos como consumir alimentos y bebidas saludables, hacer actividad física regularmente y dormir bien puede tener múltiples beneficios para los niños, incluido el crecimiento, el aprendizaje, el desarrollo de huesos y músculos fuertes, mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades en el futuro, además de promover una buena autoestima.
Para ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables, los padres pueden dar el ejemplo consumiendo alimentos nutritivos y siendo activos físicamente. También pueden hablar sobre la importancia de mantenerse saludables y utilizar las elecciones de alimentos y bebidas como oportunidades para enseñar a los niños sobre opciones saludables.
Es importante evitar hacer que los niños se sientan culpables por sus elecciones y en su lugar, elogiar y reforzar positivamente cuando elijan opciones saludables.
Existen efectos negativos de ciertos alimentos, como las grasas trans, y se ofrece orientación sobre cómo identificar y seleccionar alimentos saludables para mantener una dieta equilibrada.
Beneficios de una alimentación equilibrada:
Aporta vitalidad para el día a día.
Estimula el sistema inmunológico.
Ayuda a mantener un peso adecuado.
Retrasa el proceso de envejecimiento.
Combate el cansancio y la fatiga.
Mejora la concentración.
Reduce los cambios bruscos de humor.
Disminuye el riesgo de contraer enfermedades.
Nutrientes esenciales para el organismo:
Reducción de grasas saturadas y fritos.
Inclusión de carbohidratos y almidones en la dieta.
Consumo de alimentos ricos en fibra.
Moderación en el consumo de azúcar.
Moderación en el uso de sal en las comidas.
Una dieta saludable protege contra la malnutrición y enfermedades no transmisibles como la diabetes y las cardiopatías. Se enfatiza la importancia de los hábitos alimentarios desde la infancia, con la lactancia materna promoviendo un crecimiento sano y reduciendo el riesgo de sobrepeso y obesidad en etapas posteriores.
Para mantener un peso saludable, se recomienda que las grasas no superen el 30% de la ingesta calórica total, y el consumo de azúcares libres debe ser inferior al 10%, con una meta ideal del 5%. Limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos diarios ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La dieta debe incluir frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. Se aconseja reducir el consumo de grasas saturadas y trans, así como elegir alimentos con bajo contenido de sodio y azúcares libres. Los principios básicos de una alimentación saludable son universales, aunque la composición exacta de la dieta puede variar según factores individuales y culturales.
Finalmente, se mencionan hábitos importantes para una alimentación saludable, como comer despacio, comer 4 a 5 veces al día, evitar comer por ansiedad y seleccionar alimentos variados en cada comida, así como la importancia de la actividad física regular para complementar una dieta saludable.
La alimentación no solo afecta la salud física, sino también el rendimiento académico y la salud mental de los niños. Estudios han demostrado que una dieta equilibrada y rica en nutrientes es crucial para el desarrollo cognitivo y emocional, así como para la concentración y el rendimiento escolar.
La falta de conocimiento sobre una alimentación saludable y equilibrada es un factor contribuyente importante a los malos hábitos alimenticios. Es fundamental informar de manera correcta a padres, tutores y niños sobre la importancia de una alimentación adecuada.
Hoy en día nadie escapa a la importancia de una buena alimentación para mantener un buen estado de forma física que también redundará en un mejor estado mental y emocional y es que, comer bien es vivir mejor.
Aunque el ritmo de vida actual dificulta el equilibrio en la dieta no debería provocar un deterioro en los hábitos de alimentación, que puede, a la larga, acabar destruyendo la salud. Comer bien es una cuestión de educación sanitaria y de actitud.
La comida saludable no tiene diferencias de género. Sin embargo, dependiendo del tamaño corporal, las calorías diarias necesarias para vivir son algo menores en la mujer que en el hombre. Asimismo, en el embarazo, y especialmente en la lactancia, momento en el que la mujer incrementa sus necesidades nutricionales, existen diferencias entre sexos. También después de la menopausia la mujer debe asegurarse unos ingresos de calcio en torno a los 1.000 mg diarios y contar con niveles de vitamina D correctos.
Es igualmente muy importante tener en cuenta que la cantidad de comida que ingerimos se tiene que adaptar a nuestro gasto energético. Si comemos más calorías de las que quemamos se producirá un ahorro inevitable en forma de grasa. También es necesario respetar las comidas principales, desayuno, comida y cena, ya que cerca del 10% de los niños y muchos adultos no desayunan.
La pirámide de la alimentación saludable ha cambiado de la década de los 90 a la del 2000. Ahora se consumen menos patatas, aceites y legumbres y más derivados lácteos, pan y refrescos. Además, con la edad, disminuyen las calorías necesarias para hacer frente al metabolismo basal, es decir, las calorías que gastamos «por abrir la persiana de la vida» y la actividad física. Por lo tanto, se reducen, en general, las necesidades energéticas. A medida que pasan los años, también varían las preferencias por los alimentos, probablemente porque la naturaleza es muy sabia. Mientras un niño, un adolescente o un joven prefieren pasta y un buen filete para hacer frente al gasto energético y a las necesidades del crecimiento, de mayores puede gustar más la verdura, la fruta y el pescado. Eso sí, hay que cuidar que las personas mayores se alimenten bien.
En muchas ocasiones, especialmente si están solas, pueden dejar de cocinar y en vez de comer bien, recurrir a ‘cualquier cosa’ por comodidad. Pueden descuidar el ingreso nutricional adecuado que está garantizado con la diversidad de alimentos en la dieta. Por último, el sobrepeso y la obesidad afectan al 50% de la población. Con un problema tan frecuente y de difícil solución, nacen falsos tópicos y soluciones milagrosas cuyos fundamentos desafían incluso al sentido común. Menos el agua y el aire, todo tiene calorías.
Los padres juegan un papel importante en la formación de los hábitos de alimentación y bebida de los niños. Cuando usted adquiere el hábito de consumir alimentos y bebidas con bajo contenido de azúcares agregados, grasas saturadas y sal y ricos en fibra, es posible que los niños que cuida también aprendan a gustarles estos alimentos. Si a un niño que está cuidando no le gusta un alimento nuevo de inmediato, no se enoje. Los niños a menudo necesitan ver un alimento nuevo muchas veces antes de probarlo.
Dar un buen ejemplo influye en la actividad física de los niños. No es necesario ser un experto en alguna actividad; simplemente levántese, muévase y demuéstreles a los niños lo divertido que puede ser estar activo, podría ser que a ellos también les guste. Pueden dar un buen ejemplo si sale a caminar o a montar en bicicleta en lugar de ver televisión, jugar un videojuego o navegar por Internet. Busquen una actividad que disfruten y puedan hacer juntos.
Conocer la relación entre la calidad de la alimentación infantil y diversos aspectos de la salud, incluyendo el crecimiento. físico, la salud mental y el rendimiento académico.
Identificar patrones alimenticios comunes en niños y su impacto en su desarrollo.
Analizar la percepción y conocimientos de los padres sobre una alimentación balanceada para sus hijos.
En el proyecto “Comer bien, vivir bien” nos basamos en la importancia fundamental de la alimentación en el desarrollo y el bienestar de los niños ya que existe una estrecha relación entre la calidad de la alimentación y diversos aspectos de la salud, como el crecimiento físico, la salud mental y el rendimiento académico, debido a que con investigaciones previas se ha demostrado que una dieta equilibrada y saludable en la infancia puede contribuir significativamente a la prevención de enfermedades crónicas y al desarrollo óptimo. Debido a que los hábitos alimenticios adquiridos durante la infancia pueden tener repercusiones a lo largo de toda la vida. Por lo tanto, es esencial abordar la nutrición infantil como una prioridad para promover un desarrollo saludable y prevenir enfermedades crónicas en la edad adulta.
Si se identifican los patrones alimenticios entonces podremos relacionar su influencia en el desarrollo físico y mental en niños, así como en su rendimiento.
Los niños que consumen regularmente alimentos procesados y ricos en azúcares presentarán mayores tasas de problemas de salud cuando crezcan, como obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta, por lo que la educación y el conocimiento sobre una alimentación balanceada influirán positivamente en las prácticas alimenticias, además de realizar recomendaciones para los padres.
Como parte de la metodología se realizaron 2 encuestas, una para los alumnos y otra para los padres de familia, como respaldo a nuestra investigación para tener un panorama en relación con el problema planteado.
En relación con los alumnos nos mostraron los siguientes resultados a las interrogantes planteadas.
Nuestra propuesta consta en la elaboración casera de gomitas saludables como snack, para el cual requerimos:
Ingredientes
1tz de uvas
½ tz de piña
Hojas de espinacas
30gr de grenetina natural
Procedimiento
Se vierte la taza de uvas a la licuadora, junto con la media taza de piña, posteriormente se agregan las 8 hojas de espinacas previamente desinfectadas las frutas y verduras, se licua todo junto.
Posteriormente se pasa la mezcla en un colador, en un recipiente se pone la mezcla en la estufa, en el primer hervor se vierten los 30gr de grenetina, una vez disuelta bien la grenetina se retira del fuego y se pasa la mezcla en los moldes, dejar que enfriara y se mete al refrigerador por 40 minutos aproximadamente, posteriormente se desmoldan.
Disfruta de las deliciosas gomitas sin azúcar súper nutritivas.
Presentaremos los resultados del proceso de investigación a partir de la aplicación de una metodología cuantitativa. Recordemos que este proyecto partió de la hipótesis en la cual sí se identifican los buenos hábitos de alimentación, entonces podremos relacionar su influencia en el desarrollo físico y mental en niños, así como en su rendimiento.
Los niños que consumen regularmente alimentos procesados y ricos en azúcares presentarán mayores tasas de problemas de salud cuando crezcan como obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta por lo que la educación y el conocimiento sobre una alimentación balanceada influirán positivamente en las prácticas alimenticias. Si se realizan recomendaciones para padres entonces podremos generar conciencia en la salud de los estudiantes.
Se realizaron cuestionarios de recogida de datos en dos diferentes momentos, el primero se diseñó para los padres del grupo 2º PUMA del Centro Escolar Zamá con 9 variables, y contó con un total de 18 cuestionarios contestados y en un segundo momento se realizó otro para alumnos de la misma Institución, con un total de 6 variables y con un total de 75 contestados.
Los resultados obtenidos del procesamiento de datos nos arrojaron los siguientes resultados.
Cuestionario aplicado a los padres de familia:
El 94% fueron mujeres y el 5.6% hombres, 33. 3% con edad entre 35-40 años, el 33.3% de 40 años en adelante, el 22.2% de 30 a 35 años y 11. 1% de 25-35 años, 83.3% tienen 1-2 hijos y el 16.7% de 3-4 hijos.
El 50% siempre come alimentos frescos, el 44% a menudo y el 5.6% ocasionalmente; el 61.1% dan de 3-4 porciones de frutas y verduras al día a sus hijos, el 27.8% 1-2 porciones y 11.1% más de 4 porciones; el 61.1% en promedio consumen 1 a 2 porciones de productos con harina al día, el 33.3% de 3 a 4 porciones y 5.6% menos de una porción; el 50% consume 3 comidas equilibradas al día, 38.9%, el el 5.6% más de 3 y 5.6% 1 vez al día; 55.6% obtiene información sobre hábitos saludables y nutrición de internet, 27.8% de profesionales de salud y el 16.7% de amigos y familiares; el 72.2% tiene como desafío para mantener un estilo de vida saludable falta de tiempo, el 11.1% falta de motivación, 11.1% otra causa y 5.6% limitaciones financieras; el 55.6% revisa las etiquetas nutricionales de los productos antes de comprarlos para su familia, 27.8% nunca y 16.7% siempre; el 88.9% indicó que su hijo desayuna siempre antes de la escuela, 5.6% casi siempre y el 5.6% nunca; el 66.7% refieren que su hijo come algún alimento 4 veces al día, 27.8% 5 veces y el 5.6% 3 veces al día.
Cuestionario aplicado a alumnos:
Durante la realización de nuestro producto nos divertimos mucho, ya que todos participamos en la mezcla de ingredientes hasta llegar al resultado final que son las gomitas naturales, en esta ocasión nosotros decidimos utilizar piña y espinaca, pero las combinaciones pueden ser variadas según el gusto de cada compañero y lo más importante es que este snack nos gustó tanto como cualquier otro dulce, aparte lo pudimos hacer con la figura que más nos gustó.
Gracias a las encuestas realizadas a padres de familia y compañeros logramos identificar que dentro del Centro Escolar Zamá existen buenos hábitos alimenticios, así como puntos importantes donde es necesario reforzar y orientar de manera adecuada la importancia de una buena alimentación.
Se reconoce que una alimentación saludable es esencial para cubrir nuestras necesidades nutricionales y mantener un buen estado de salud físico y mental para un mayor aprovechamiento académico. También es esencial promover hábitos alimenticios saludables desde la infancia ya que esto puede reducir el riesgo de enfermedades en etapas posteriores de la vida, la mala nutrición puede tener efectos nocivos como el sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiacas.
De acuerdo con los resultados obtenidos en nuestras encuestas se identificaron puntos importantes sobre la alimentación de nuestro alumnado, con ayuda de un especialista y orientación adecuada logramos proponer un producto llamativo y a la vez saludable para nosotros, gomitas hechas de manera casera y con producto natural con el objetivo sustituir alimentos con exceso de azúcares y así lograr que tengamos una forma saludable de consumir un snack.
Es importante no olvidar que una buena alimentación va siempre acompañada de actividad física.
Y es así como, gracias a la información obtenida, queremos invitar y crear conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable y así lograr tener un cambio positivo en nuestras vidas diarias.
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Healthy eating is characterized by a varied, balanced, and adequate diet that provides the necessary nutrients for growth, maintenance of health, and prevention of diseases. Additionally, new research findings support the importance of dietary patterns in health, highlighting the synergistic or antagonistic effects of food. Therefore, the “eat well, live well” project focuses on understanding the relationship between the quality of children’s nutrition and various aspects of health, including physical growth, mental health, and academic performance.
The project includes various aspects, ranging from identifying common dietary patterns in children and their impact on development, to understanding parents’ perception and knowledge of balanced nutrition for their children. This is achieved through elements such as interviews with specialists, surveys of the population involved, which provide context for the planned research, as well as gathering information from various informative texts.
Furthermore, the project proposes designing a recipe for a balanced and healthy food for elementary school children, using natural ingredients. The project emphasizes the crucial role of parents in shaping their children’s eating habits, as this can help prevent future diseases. It underscores the need to raise awareness in the community about the importance of proper nutrition, particularly in the context of the obesity epidemic and diet-related diseases, with special attention to the situation in Mexico, where childhood obesity is a significant problem
